INTERNACIONAL

A días de su asunción, el gobierno británico lanza un plan de ajuste

La luna de miel se acabó para el gobierno de coalición tory-liberal demócrata británico cuando anunció ayer 7.260 millones de euros en recortes para poder combatir un déficit público de 181.000 millones de euros, el más alto de la Unión Europea. Una promesa electoral de los torys que los británicos votaron, preocupados por el futuro de su economía, y que los liberales demócratas aceptaron cuando llegaron al gobierno bajo el criterio de que fueran "humanos".

En su bautismo de fuego, el Chancellor (ministro) de las Finanzas, George Osborne, y su segundo, el liberal demócrata y ex banquero de inversión David Laws, presentaron el mapa de los recortes. Un intento no sólo de reducción del déficit sino de preservar la "triple A" que las agencias de crédito aún conservan para Gran Bretaña. Si no están conformes con el estilo de los recortes y con la decisión de reducir los gastos, las tres grandes agencias de rating del crédito del mundo pueden degradar la "triple A" en los próximos dos meses, después de que el gobierno presente su primer presupuesto el próximo 22 de junio. Una posibilidad que volverá al crédito mucho más caro y con un inevitable aumento de los intereses en los créditos hipotecarios, en un reino de propietarios y que no integra la eurozona.

"En una semana, hemos encontrado y acordado cortar 7.260 millones (de euros) en gastos innecesarios a lo largo del sector público. Nosotros hemos heredado una terrible situación económica y la vamos a poner en el buen camino", dijo Osborne junto a su colega Laws, jefe del Tesoro, aludiendo a su llegada al poder, tras ganar los comicios del 13 de mayo.

La más severa de las reducciones afectará el Departamento de Innovación de Negocios (BIS), que perderá 970 millones de euros durante el actual año financiero. Los recortes alcanzan 243 millones más de los que se esperaban.

Con serias resistencias en sus diputados, los liberales demócratas consiguieron que los torys usaran 150 millones de euros de los recortes para 50.000 nuevos trabajos de aprendices y 50 millones para instituciones educativas terciarias.

Los tijeretazos más agudos serán en "quangos"(organizaciones cuasi gubernamentales que sobreviven con apoyo estatal), en consultorías externas, en proyectos informáticos y en el reclutamiento de funcionarios públicos, que ha sido congelado al igual que la publicidad oficial. La mayor parte de los recortes serán reinvertidos en educación, aprendices y viviendas.

Los ahorros, según el gobierno, podrían sintetizarse así:

1.337 millones de euros en "áreas discrecionales" como consultoras externas y gastos de viaje. Se han prohibido los viajes en primera clase y los autos con chofer para los ministros -salvo razones de seguridad-, quienes deberán usar el transporte público. El vice primer ministro, Nick Clegg, llegó la semana pasada a trabajar en el subterráneo londinense. David Cameron, el primer ministro, insiste en seguir yendo a pie desde Downing Street al Parlamento y no tener custodia ostentosa. Ha abandonado su bicicleta. Los demás funcionarios deberán hacer "pool" en sus autos oficiales.

240 millones de euros se reducirán con el costo de propiedades y 740 millones de euros en el mantenimiento de "quangos", organizaciones cuasi públicas que dependen del dinero del Estado para sobrevivir.

Los mayores reducciones serán de 793 millones de euros en el departamento de Transporte; 405 millones de euros en el de Comunidades y Gobiernos locales; 778 millones de euros en Educación; y 621 millones de euros en Trabajo y Pensiones.

Las administraciones de Escocia, Gales e Irlanda del Norte recibieran 704 millones menos que el año fiscal anterior.

"Nosotros debemos taclear el déficit para que nuestras deudas no formen un espiral fuera de control. Y cuando más hagamos nosotros ahora, más podremos gastar en las cosas importantes en los años que vienen", prometió el Chancellor Osborne, un millonario por herencia.

Un coro de protestas recibió a los recortes. El actual Chancellor en las sombras y ex laborista en el cargo, Alistair Darling, dijo que había una falta de detalles. "Puede haber miles de puestos de trabajo afectados por esto, hay medidas que dañarán el crecimiento. Yo estoy muy, muy preocupado por esto", dijo en su primera reacción.

Los sindicatos británicos expresaron su preocupación. "Con la economía británica y de nuestros socios europeos tan frágil, éste no es el momento adecuado para estos recortes", anunció Brendan Barber, el secretario general de la poderosa TUC.

EL CBI, que reúne a los capitanes de la industria, aplaudió las medidas y las describió "como dolorosas pero necesarias". Estos recortes son apenas el comienzo. Las reducciones más brutales e ideológicas llegarán em junio, cuando se presente el presupuesto. (iEco)