Admiten desórdenes en el cuerpo de peritos contadores
En medio de la polémica por el fallo que sobreseyó a los Kirchner en la causa por el enriquecimiento ilícito, el juez de la Corte Suprema Enrique Petracchi reconoció que existe "un gran desorden en el cuerpo de peritos contadores", la dependencia del máximo tribunal que elaboró el dictamen que permitió a Norberto Oyarbide desvincular al matrimonio en la causa.
"Ese gran desorden se viene produciendo desde hace varios años", agregó Petracchi.
Sobre el fallo del juez Oyarbide, Petracchi recomendó "esperar a que llegue a la Corte" y sostuvo que "la Corte lo resolverá".
En ese sentido, dijo conocer "lo que dicen los diarios" sobre la resolución del magistrado de primera instancia, por lo que prefirió omitir una opinión, ya que "muchos hablan sin saber".
En declaraciones a Radio América, Petracchi descartó también que existan presiones sobre los jueces y aseguró, en cambio, que "el Poder Judicial es absolutamente respetado".
La jueza de la Corte Suprema Carmen Argibay también había admitido falencias en el cuerpo de peritos que auditó el crecimiento patrimonial del matrimonio Kirchner. "Puede ser que algunos peritos no sean confiables", reconoció la ministra, al advertir que el cuerpo fue intervenido por el máximo tribunal.
Argibay, en una entrevista que concedió a Perfil, aseguró: "El cuerpo de peritos contables está intervenido porque ya tuvo algunos problemas. Se hizo una auditoría y se decidió que debían designarse nuevas autoridades. Estaba en la mira desde hace mucho".
Cambios en la Corte. Fuentes del máximo tribunal adelantaron que la Corte Sprema desplazará del cargo a Alfredo Peralta , titular del Cuerpo de Peritos Contadores de la Corte, y autor del controvertido peritaje que le permitió al juez Norberto Oyarbide sobreseer al matrimonio Kirchner.
En el acuerdo de mañana -dicen en la Corte- los ministros nombrarán en reemplazo de Peralta, como director del cuerpo, a un perito contador que fue elegido por concurso y, además, tratarán de borrar un foco de posible corrupción: decidirán que los jueces ya no pueden aprovecharse de un artículo de un viejo decreto reglamentario para nombrar a dedo al perito que más les gusta. Esa posibilidad les daba a los jueces cierta discrecionalidad para que seleccionaran como colaboradores a los mejores expertos, pero también se prestaba a trampas. (LA NACIÓN)