Advierten que sería negativo el retorno de cuasimonedas

El temor a una pandemia económica por el coronavirus puso en alerta a los gobernadores, que por estas horas exploran diversas alternativas para hacer frente al inevitable rebote negativo por el “lockdown” productivo y su consecuente impacto en los ingresos fiscales.

En ese contexto, y tal como ya advirtió este diario en un artículo publicado el jueves último, los mandatarios de todos los signos políticos esperan una señal de Nación que permita establecer un urgente esquema de sustentabilidad de las finanzas provinciales para lo que resta del año. Todo, además, en el marco de retroceso que ya venía experimentado la recaudación propia producto de la parálisis general de la actividad económica.

Frente a este combo explosivo de crisis económica, financiera y sanitaria, emergen ya en el país algunas alternativas como el retorno de las cuasimonedas, un método de financiamiento que forzaría un penoso retroceso en el tiempo.

“En lugar de ayudar, complicaría. Mientras la política monetaria del BCRA esté al servicio de la salida de la crisis, bajo ningún punto de vista sería recomendable la emisión de cuasimonedas”, analizó en diálogo con este diario el economista y exministro de Hacienda de Santa Fe Gonzalo Saglione.

En este sentido, el titular del IARAF, Nadin Argañaraz, consideró que “tanto la Nación, como las provincias y los municipios, deberían encarar una acción coordinada para evitar el retorno de esos instrumentos”.

Sobre los efectos económicos de las medidas de aislamiento impuestas por el Gobierno nacional, el excapitán de las finanzas santafesinas anticipó que “resultarán heterogéneos en los diversos sectores económicos”, pudiéndose identificar actividades que se enfrentan a una paralización total y absoluta y otras que sentirán el impacto en mucha menor medida.

“Resulta imposible pensar en medidas de política económica de carácter definitivo, más bien se deberán ir adoptando diferentes decisiones en sintonía con la evolución de las medidas de aislamiento y la intensidad con las que éstas se sostengan en el tiempo”, sugirió Saglione.

Frente a este escenario, desde el IARAF consideraron que tanto a una provincia como a un municipio “les va a resultar difícil tomar una decisión de exención tributaria o de posposición del pago de impuestos, ya que no pueden establecer con claridad la dinámica del financiamiento en los próximos meses. Y van a recurrir al Gobierno nacional en búsqueda de asistencia de segundo orden, generándose seguramente pedidos excesivos de asistencia, es decir de emisión de pesos para su jurisdicción”.

Un mismo contexto trazó el economista de Santa Fe: “Para las finanzas públicas, este escenario supone impacto por ambos lados del presupuesto. Por un lado, presión alcista en el gasto de la mano de demandas sociales crecientes y, por otro lado, una pérdida de recaudación tributaria cuyo orden de magnitud recién podremos ir conociendo con el paso del tiempo”.

Lo cierto es que, sin lugar a dudas, durante abril las provincias registrarán una caída de ingresos derivada de una menor recaudación tributaria nacional, principalmente IVA y Ganancias, y de una menor recaudación del impuesto a los ingresos brutos (el 75% de su recaudación propia). “No es posible proyectar la magnitud de la caída. Si la pandemia requiere la continuidad del aislamiento, algo que hoy parece muy probable, la actividad se resentirá más aún y por ende también la recaudación. La recaudación real venía cayendo en el primer bimestre, a lo que se sumará ahora una caída aún más significativa”, cerró Argañaraz.

Fuente: Àmbito.com