ENCUESTA | ITALIA

Afirman que el trabajo es el ámbito ideal para las infidelidades

Practicantes de relaciones extramatrimoniales, solteros en pareja aprendices de adúlteros, sordos a los mandatos religiosos que endiosan a la monogamia. Todos parecen coincidir en que hay un espacio ideal donde desplegar los dotes del infiel moderno: el trabajo.

Así lo indica una encuesta entre italianos: uno de cada tres casos de adulterio se consuma en horario laboral. La versión argentina, según los profesionales locales, no difiere: es "el" lugar donde se gestan las infidelidades.

"El ambiente laboral se convirtió en el espacio para la infidelidad por encima de cualquier otro. Esto no sólo se debe a la cantidad de horas que uno pasa en el trabajo. Allí, pueden jugar más ciertos aspectos de la erótica que no se pueden desarrollar en privado, como la seducción, los juegos de cortejo, el doble sentido, las complicidades y el diálogo sobre ciertas zonas de la intimidad que se comparten en los almuerzos y que algunos jamás compartirían con sus esposos o esposas", explicó la psicóloga y sexóloga Adriana Arias.

Y agregó: "La erótica necesita transgresión, ruptura, creatividad, juego, inestabilidad, misterio. Es más probable que eso ocurra en un ambiente laboral y no en el privado, donde suele haber rutina, estabilidad, certezas y estructuras".

El manual del adúltero no distingue fronteras. Así lo demuestra la encuesta hecha por la revista Riza Psicomatica y publicada en el diario La Vanguardia. Entrevistaron a 990 italianos de entre 25 y 50 años y hallaron que un tercio de los adulterios ocurre en las dos horas de descanso laboral, originalmente pensadas para almorzar.

De ellos, el 31% admitió que busca la forma de concretar la relación ahí mismo: en algún recoveco del trabajo. Un 26% de los adúlteros dijo que si la ocasión de concretar surge durante el horario laboral no duda en pasar a la acción. Casi cuatro de cada diez asumieron haber engañado a su pareja en el último año y ocho de cada diez asumieron que tienen fantasías con una colega.

"Está demostrado que el vínculo laboral es más fuerte y sostenido que el matrimonial", coincidió Silvia Salomone, médica especialista en sexología y educación sexual.

"En la pareja estable, independientemente de que tengan o no libreta, hay ciertas variables que no se ponen en juego, como la libertad individual, las fantasías y los juegos de seducción. Cuando no suceden adentro, la ansiedad por buscar alternativas comienza a desplegarse por fuera de la rutina, en el macrocosmos de una persona: sea el trabajo, el club o el círculo de amigos".

En el terreno de la infidelidad, queda poco espacio para la exclusividad de género. "En nuestra sociedad, la monogamia tiene un enorme peso cultural. De ahí arranca la importancia del ser o no fiel, aunque sea en apariencia. Está demostrado que las mujeres tienen más fantasías sexuales con otras personas que no son sus maridos que los hombres", dice Salo mone. Pero aclaró que no existen estudios significativos en Argentina que lo hayan cuantificado. (CLARÍN)