Aumentan los controles y se encarecen la compra de inmuebles

Con el inicio de 2008, las escribanías deberán informar a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) las operaciones inmobiliarias en su totalidad.

Concretamente, el organismo recaudador ensanchará su base de información para las escrituras de menos de 80.000 pesos, las cuales, si bien eran certificadas por la escribanía, hasta el momento no eran notificadas al Fisco.

De esa manera, con la obligatoriedad de ser denunciadas, la AFIP cerrará un agujero por el cual podían ser inscriptas operaciones por debajo de su valor real y desalentará a quienes venían aplicando este sistema.

Claro que, al sincerar el precio de los inmuebles, también habrá que pagar en forma proporcional más impuestos y gastos vinculados a esa transacción, lo cual redundará en operaciones más caras.

Además, pasará a ser obligatorio para los escribanos informar sobre las daciones en pago, donaciones, operaciones con fideicomisos y permutas.

En el caso de los créditos hipotecarios, las escribanías deberán proporcionar información adicional a la que están hoy obligadas a proporcionar. No sólo tienen que notificar a la AFIP la constitución del crédito, como hasta ahora, sino que también deberán dar cuenta de las cancelaciones de esos créditos, tanto en forma total como parcial.

Así se desprende de la Resolución General 2351 del organismo que encabeza Alberto Abad, que en sus considerandos plantea la necesidad de "adecuar la información" que aportan los participantes de las operaciones con inmuebles.

Para Roberto Tizado, uno de los referentes del sector inmobiliario, la nueva normativa "no tiene por qué encarecer las operaciones. En todo caso, resultará más caro para quien lo hacía en la forma que no correspondía, como operaciones en negro".

La obligatoriedad de registrar las operaciones por menos de 80.000 pesos sería, principalmente, para evitar la subfacturación (según la consultora CDI, el precio promedio de un departamento de 3 ambientes en Caballito o Belgrano hoy es de $ 232.000).

"Es una medida que le ensancha la base de datos a la AFIP. Y achica el margen para las operaciones en negro o subfacturadas", dijo Toselli, de Toselli & Fuentes.

La AFIP también estableció la obligatoriedad de informar sobre las escrituras de los fideicomisos. "En el caso de los fideicomisos, es diferente. La participación dentro de los consorcios es una obligación individual de cada integrante, quien ya debía consignarlas en su declaración anual ante la AFIP", agregó Tizado.

Pero de todas maneras, algunos operadores coincidieron en que hasta que la nueva normativa esté en pleno funcionamiento habrá algunas operaciones inmobiliarias que quedarán frenadas. "Es probable que haya algún efecto de pánico. Pero no significa que las operaciones vayan a ser más caras", señaló Daniel Mintzer, director de la desarrolladora G&D (quienes están a cargo de un importante desarrollo en Puerto Madero Este). "En definitiva, a las empresas que trabajamos en blanco nos va a limpiar la competencia desleal".

Alejandra Covello, quien está a cargo de la venta de la torre Mirabilia, en Palermo Viejo, anticipó que la nueva normativa "va a hacer más lenta la marcha de las operaciones, al menos mientras no esté el tema mejor explicado". (IECO)