Avanza el gasoducto en Vaca Muerta pero el ahorro en divisas tardará en llegar

El Poder Ejecutivo autorizó, finalmente, el llamado a licitación para el Gasoducto Néstor Kirchner, que saldrá desde Vaca Muerta, a través de un DNU publicado este lunes en el Boletín Oficial. El Gobierno pretendía alcanzar una sustitución de importaciones cercana a los USD1.000 millones anuales a partir del invierno del 2023, aspecto clave en la negociación con el FMI. Pero las diferencias políticas hacia el interior del Frente de Todos retrasaron el proyecto.

“Estamos muy justos con los tiempos para llegar al 2023”, afirmó a BAE Negocios uno de los directores de la empresa estatal Ieasa, la responsable de llevar adelante el proceso de licitación del gasoducto que saldrá de Neuquén y llegará a Buenos Aires y Santa Fe.

Por la Ley del Aporte Solidario a las Grandes Fortunas se destinaron a este proyecto $60.000 millones, según un informe del Ministerio de Economía de diciembre del año pasado. “Hubo cuestiones legales en donde se tuvo que reinterpretar la ley para que esos recursos pudieran utilizarse en el gasoducto. Por otro lado, Guzmán retaceó los fondos que faltaban, porque los del aporte solidario cubren sólo la mitad. Y el Presidente Fernández tardó más de un mes en firmar el decreto”, explicaron a este diario desde Ieasa.

Para Martín Bronstein, del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys), podría llegarse al invierno del 2023, aunque “todos los tiempos se acortaron”. “Estamos al límite, se deberían acelerar todos los procesos administrativos, permisos entre las provincias y la adquisición del material. Construir casi 500 kilómetros de gasoducto parece ambicioso”, explicó el especialista.

La experiencia local no jugaría a favor de la premura que se necesita. El Gasoducto del NEA arrancó en 2010 y todavía no finalizó. Lo que podría ser diferente es el contexto. Vaca Muerta pasó de producir 118 millones de metros cúbicos por día a 130 millones. Pero no hay capacidad para transportar ese recurso. En invierno, el consumo en la Argentina llega a los 160 millones de metros cúbicos diarios. La brecha debe cubrirse con importaciones o mayor producción. El Gasoducto Néstor Kirchner tendría la capacidad de transportar los 30 millones de metros cúbicos diarios que faltan.

El promedio del millón de BTU se ubicó el año pasado en los USD18, mientras que en enero de este año llegó a los USD30 y en lo que va de febrero promedia los USD24. Cammesa ya licitó la importación de 18 cargamentos de gasoil y otros 7 de fueloil por un total de casi USD800 millones. De ahí la premura por contar con una mayor capacidad de transporte de gas.

“Existen un conjunto de circunstancias que no dependen de la política energética del país, como por ejemplo la crisis en Europa y Asia, la sequía y el recorte que hará Bolivia del gas que nos mandan”, explicó a BAE Negocios Ignacio Sabbatella, investigador del Conicet û Flacso.

Bolivia tomó la decisión de recortar los envíos para redireccionar el gas hacia Brasil, que pagará USD22 el millón de BTU cuando la Argentina abona cerca de los 8 dólares.

Fuente: BAE Negocios