Avanza un proyecto para regular la apertura de autoservicios
La Legislatura porteña avanza con un polémico proyecto que podría frenar la apertura de nuevos autoservicios en la Capital Federal. En la noche del lunes fue aprobada "en primera lectura" una propuesta para regular y ordenar el estacionamiento para clientes y las áreas de carga y descarga de mercaderías en los comercios porteños. El proyecto despertó fuertes críticas de parte de la cámara que representa a los supermercados chinos, pero es respaldado por la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), la entidad que reúne a la mayoría de las empresas nacionales del rubro.
El proyecto aprobado en la Legislatura obligará a todos los comercios de más de 100 metros cuadrados a contar con un área específica para la carga y descarga de mercaderías, cuya superficie variará de acuerdo con la dimensión del salón de ventas. Para los comercios con entre 100 y 300 m2 de salón de ventas, el requerimiento será tener un depósito de 30 m2 y la superficie irá subiendo hasta alcanzar los 90 m2 para las comercios con más de 600 m2 de salón.
En otro artículo, además, se establece que los locales de más de 100 m2 también deberán contar con un área de estacionamiento para clientes, "con un mínimo de un módulo de 15 m2 cada 125 m2 o fracción de la superficie cubierta del salón de ventas", según el texto del proyecto aprobado el lunes. En todos los casos, las regulaciones sobre carga y descarga y playas de estacionamiento regirán para los comercios ubicados sobre lo que la ciudad de Buenos Aires define como "red vial primaria" y "red vial secundaria". La red primaria está integrada por las autopistas y las avenidas de tránsito rápido, mientras que la red secundaria está integrada por las avenidas, tanto las de mano única como las de doble mano.
Indefinición
En el texto del proyecto no se hace mención si la aplicación de la ley regirá sólo para los nuevas aperturas o si también afectará a los supermercados ya existentes. El autor del proyecto, el diputado de Pro Cristian Ritondo, señaló a La Nacion que la propuesta sólo se aplicará para los locales que abran de acá en más. Sin embargo, el diputado Sergio Abrevaya (de la Coalición Cívica), que refrendó el proyecto, explicó que la norma sólo afectará a los locales ubicados sobre las avenidas, incluyendo a los que ya están en operaciones. "El proyecto regirá para todos los comercios y cuando se reglamente por parte del Poder Ejecutivo se fijarán los plazos que tendrán los locales para adecuar sus instalaciones. La medida no afectará a los chinos y al resto de los comercios que se instalen en los barrios y sólo regirá para los comercios ubicados sobre avenidas", señaló el legislador.
La sanción en "primera lectura" establece que dentro de un plazo de treinta días se debe convocar a una audiencia pública con presencia y participación de todos los interesados, y sobre la base de las presentaciones y argumentos, el proyecto volverá a debatirse en la Legislatura, en lo que se conoce como "segunda lectura".
La aprobación en la Legislatura fue recibida con sorpresa por la mayoría de las empresas ligadas al rubro supermercadista, incluyendo a los más perjudicados por la medida, como los autoservicios chinos y las cadenas de hard discounts o minimercados como Día% y Eki.
"Nos preocupa que una eventual ley afecte los derechos adquiridos y la generación de puestos de trabajo", advirtió Juan Vasco Martínez, director general de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), la entidad que reúne a las principales cadenas de supermercados.
En cambio, desde la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) -que agrupa en su mayoría empresas de capitales nacionales, con mayor presencia en el interior del país- hicieron público su respaldo a la medida. "Estamos a favor de cualquier regulación que sirva para frenar la invasión de nuevos locales", señaló Ricardo Cáceres, presidente de la CAS y dueño de las cadenas Impulso y Cáceres, con presencia en las ciudades de Formosa y Corrientes. Cáceres además destacó que propuestas similares en materia de áreas de estacionamiento obligatorias ya se aplican en otras ciudades, como Resistencia y Santa Fe.
Los autoservicios chinos, por su parte, se mostraron claramente en contra. "Impulsar la obligación de contar con áreas de carga y estacionamiento implica mayores costos que siempre se terminan trasladando al consumidor final, lo que no parece lo más adecuado en un momento en que se busca frenar a la inflación", señaló Yolanda Durán, presidenta de Cedeapsa, una de las dos cámaras que reúnen a los autoservicios chinos.
En la misma línea, en Casrech -la otra cámara que reúne a los supermercados orientales- advirtieron que el mayor problema lo tendrán los locales con la obligación de contar con un área nueva de carga y descarga. "Los espacios para estacionar se pueden alquilar en una cochera de la zona, pero lo que no resultará tan fácil será implementar un área de carga", señaló Miguel Angel Calvete, secretario de Casrech.
(La Nacion)