Boudou alertó sobre los precios de los commodities y las calificadoras de riesgo

El ministro de Economía, Amado Boudou, pidió a los países que integran el FMI en la declaración ante la Cumbre de Gobernadores del comité monetario financiero internacional, que tuvo lugar durante la Asamblea conjunta con el Banco Mundial, avancen en la elaboración de medidas "financieras innovativas", para mitigar los riesgos de volatilidad de los precios de los commodities, y reclamó "repensar" el rol de las calificadoras de riesgo y aumentar la "supervisión" sobre ellas.

Antes de la reunión con el comité de Gobernadores, Boudou estuvo reunido en un desayuno con Nicolás Eyzaguirre y su equipo, en el encuentro del Departamento Occidental que brindó el organismo.

En el texto de la declaración, la Argentina expresó "su profunda preocupación sobre la volatilidad de precios de los commodities", como gran exportador en el mundo. En ese sentido, llamó a resolver el problema de las materias primas desde dos puntos de vista.

Por un lado,"existe una necesidad de lidiar con los ciclos productivos de los commodities", y en consecuencia "tener acceso a herramientas innovativas para mitigar los riesgos".

En segundo lugar, en materia de seguridad alimentaria, el gobierno argentino considera que el mundo está mostrando un crecimiento en el consumo alentado por una demanda sostenida en economías emergentes.

Estos hechos deberían ser vistos desde el punto de vista de la oferta, por lo que "se necesita la cooperación y coordinación internacional de políticas orientadas a aumentar dicha oferta".

"Esto es, no solo focalizarse en tener asistencia técnica y financiera para los países vulnerables, sino crear las condiciones de mercado para habilitar el desarrollo de la agricultura en los países productores", sostuvo la Argentina en el texto oficial.

Asimismo, respecto de las calificadoras de riesgo, el Gobierno llamó a "repensar" su rol, a través de "políticas concretas que tiendan a reducir la dependencia de sus opiniones y reforzar una supervisión" sobre las mismas.

Tras el canje de deuda, "la Argentina ofreció signos claros de su capacidad y compromiso para repagar sus deudas, pero también estamos enviando señales positivas a los mercados en orden de evadir la excesiva dependencia en las opiniones de las calificadoras de riesgo", consideró.

Tras el canje de la deuda efectuado en el 2010 y por el cual la Argentina logró normalizar el 93% de su deuda en default, y con la exhibición de indicadores macroeconómicos mucho más sólidos que varios países desarrollados, esto no logró torcer de manera contundente la opinión de las calificadoras, que apenas elevaron la nota argentina.

En otro orden y sobre temas de deuda pública, el Gobierno remarcó las trabas y "las amenazas legales" que imponen los fondos buitre, "ante la falta de una estructura legal internacional para la reestructuración de deudas soberanas", para resolver estos conflictos.

Este punto cobra relevancia de nuevo hoy en el contexto internacional, ante la amenaza de defaults o refinanciaciones soberanas en varios países emergentes, en donde este tipo de fondos de riesgo esperan agazapados para actuar, y la Argentina los padece desde hace casi 10 años.

En un párrafo aparte, el escrito criticó al FMI y al reporte de perspectivas económicas (el WEO) presentado el lunes último, que presenta como capítulo aparte el recalentamiento de algunas economías, entre las que puntualizan a Brasil y la Argentina, pero no se dio mayor consideración "a los problemas de deuda que enfrentan los países desarrollados".

"En particular (Argentina) disminuyó su desempleo desde 25% desde lo peor de la crisis 2001 y 2002 a un 7,2% en el 2010, y no consideraron esto un signo de sobrecalentamiento", reclamó el texto, cruzando las perspectivas del Fondo, que previó para este año un aumento en el desempleo para el país, pese a que estima para la Argentina un crecimiento de 6%, y una desaceleración de la inflación.