Buscan cerrar el acuerdo con el Club de París en el primer trimestre de 2011
El secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, adelantó ayer que el gobierno buscará concluir el acuerdo con el Club de París para pagar la deuda en el primer trimestre de 2011. “Vamos a trabajar fuertemente para concluir esta negociación en el primer trimestre”, explicó Lorenzino en una entrevista que le concedió a la agencia de noticias Reuters.
Un día después que la presidenta Cristina Fernández anunció su intención de firmar un tratado que regularice el compromiso financiero con el organismo plurinacional, el ministro de Economía, Amado Boudou, le anticipó a Tiempo Argentino que su cartera quería comenzar las negociaciones a más tardar en la primera semana de diciembre.
De esta manera, Economía espera homologar un acuerdo con el Club de París en un plazo de 90 días. Boudou monitoreará personalmente la etapa inicial de las conversaciones.
El ministro reveló que la cancelación de la deuda no se hará en un solo pago, sino que se saldará en cuotas.
Una de las alternativas que baraja el gobierno es replicar el sistema que se utilizó para pagar la deuda de U$S 1000 millones que el país tenía con España. Es decir, en un plazo de seis años, con 24 cuotas trimestrales crecientes.
La tasa que espera pagar Economía es de la libor (en la actualidad es de un 0,74%) más el 1,4% anual.
La primera reunión formal del gobierno y el foro de acreedores que encabezan los Estados Unidos, Francia, Japón y Alemania, se producirá en diciembre, con vistas a establecer un plan de pagos y el monto exacto de la deuda.
Aunque aún no se ha determinado con precisión el monto global de la deuda se estima que la misma superaría, con los intereses, los U$S 7500 millones.
“Vamos a trabajar fuertemente para tener lo antes posible la negociación concluida”, explicó Lorenzino.
Con un acuerdo con el Club de París, la Argentina busca recomponer plenamente sus relaciones con el mundo financiero internacional, luego de que este año normalizara un 93% de su deuda soberana en 2001-2002, cuando la economía del país colapsó.
El gobierno ha reiterado en numerosas ocasiones y a través de distintos voceros que la principal conquista alcanzada es que el Fondo Monetario Internacional no participe en el acuerdo.
“Lo principal es que habremos resuelto la principal herencia de 2001, que es la cuestión del default, que fue en gran medida solucionado con los acreedores privados y que ahora estaría solucionado con las agencias oficiales y los países reunidos en torno al Club de París”, señaló Lorenzino.
En un paper al que accedió Tiempo, el gobierno explica que el futuro acuerdo con el organismo permitirá “aislar a los fondos buitres y mejorar la relación con los países acreedores”.
Además, distintos economistas han destacado que permitiría promover un mayor flujo de inversiones provenientes de los sectores privados de las naciones acreedoras. En este marco, la Argentina espera conseguir fondos frescos a tasas inferiores al 7% para financiar proyectos de inversión relacionados con la obra pública. Por ahora, el objetivo principal del gobierno es avanzar en la negociación con el propósito de demostrar que quiere seguir profundizando la política de desendeudamiento que empezó el entonces presidente Néstor Kirchner, en 2003.
(El Argentino)