CABA eliminó el Impuesto de Sellos para adquirir la primera vivienda

Desde el inicio del mes los compradores de la primera vivienda en CABA cuentan con un alivio fiscal gracias a la exención del Impuesto de Sellos. Esta medida, detallada en las leyes 6.805 y 6.806 que modifican el Código Fiscal y la Ley Tarifaria porteños, el monto exento para vivienda única, familiar y de ocupación permanente aumenta de $56.270.730 a $205.332.000 (aproximadamente USD 166.000 a la cotización del dólar libre), representa un ahorro de hasta el 3,5% del valor de la propiedad en operaciones que cumplan con los criterios de exención.

Sin embargo, la posibilidad de extender esta medida a todo el país enfrenta limitaciones debido a las diferencias en la legislación tributaria de cada provincia, ya que el Impuesto de Sellos es una potestad local.

Esto significa que cada jurisdicción debería decidir de forma independiente si adopta una política similar, lo cual depende de sus prioridades fiscales y necesidades presupuestarias.

De acuerdo con declaraciones de Jorge De Bártolo, presidente del Colegio de Escribanos de CABA, la medida es un paso positivo: “Esta exención será de gran ayuda para los compradores, especialmente para el público medio, que suele tener los números ajustados para una adquisición de un inmueble”.

Con estos cambios, el mercado inmobiliario porteño podría reactivarse, especialmente en el segmento medio y medio-alto impulsado por créditos hipotecarios. Los mayores beneficiados serán quienes compren su primera vivienda o vendan su única propiedad para adquirir otra bajo este beneficio.

Sin embargo, las propiedades que superen la cifra establecida o los compradores que ya posean otros bienes inmuebles en la ciudad seguirán afrontando la alícuota del 3,5%. En estos casos, el monto se divide entre comprador y vendedor. Por ejemplo, una escritura valuada en $300.000.000 implicará que cada parte pague el 1,75%, lo que equivale a $5.250.000 o su equivalente en dólares.

CABA vs. otras provincias: comparaciones Según explicó la tributarista Florencia Fernández Sabella, socia del estudio LFS Tax, este ajuste confirma una tendencia recaudatoria desigual entre las provincias. “Hoy en día, CABA mantiene una tasa de 3,5% para propiedades fuera del margen exento, lo que la convierte en una de las más altas frente a otras jurisdicciones como provincia de Buenos Aires, donde esa alícuota es del 2%”, destacó.

Además, subrayó que el Impuesto de Sellos tiene en su origen una finalidad más vinculada al acceso a la justicia, pero que con el tiempo fue modificado exclusivamente con objetivos de recaudación.

Josefina Pantano, presidenta de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (FIRA), sostuvo: “Entre los impuestos provinciales, el de Sellos es de los gravámenes más extendidos, afecta múltiples operaciones económicas como ventas, alquileres o contratos de prenda”.

También apuntó que sería beneficioso establecer criterios comunes para evitar disparidades entre provincias. Según Pantano, “fijar mínimos no imponibles u ofrecer exenciones específicas para incentivar sectores estratégicos sería una herramienta poderosa para reactivar el mercado nacional”.

Desafíos en la implementación y regulaciones Los escribanos, como agentes de retención, verificarán que solo accedan al beneficio quienes cumplan con los requisitos estipulados por la ley, explicó De Bártolo.

Asimismo, Alejandro Moretti, miembro del consejo directivo del Colegio Inmobiliario porteño sugirió que sería ideal que “la base imponible se ajuste regularmente por el tipo de cambio, especialmente en un mercado como el argentino donde las operaciones inmobiliarias suelen pactarse en dólares”.

Además de eludir el pago del Impuesto de Sellos, algunos expertos proponen que se impulse la revisión de otros tributos vinculados a la compra y venta de viviendas.

Como mencionó Pantano, factores como “el actual impuesto a las ganancias resultan onerosos para el mercado inmobiliario, especialmente tras la derogación del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles (ITI)”.

Esto, junto con el impacto del IVA sobre los alquileres comerciales, “podría revisarse para beneficiar a las pequeñas y medianas empresas (pymes)”, que representan buena parte del motor económico nacional, agregó Pantano.

Proyecciones del mercado y mirada al futuro Aunque la actualización del Impuesto de Sellos es un avance, especialistas creen que no basta para transformar el sector. Reformas más amplias, como unificar criterios fiscales entre provincias o eliminar tributos acumulativos, serían necesarias para un crecimiento sostenido.

Moretti afirmó que, aunque limitadas, estas modificaciones son un paso hacia un “marco fiscal más favorable, capaz de potenciar adquisiciones familiares y dinamizar el mercado”.

Reducir impuestos como el IVA en servicios inmobiliarios o la ganancia mínima presunta, que penalizan inversiones en inmuebles, también impulsaría el sector.

Según Fernández Sabella, el Impuesto a las Ganancias en ventas de propiedades genera problemas cuando no se actualizan los valores. “Las empresas pagan sobre valores desfasados, y se afecta su rentabilidad. En varios casos, lograron fallos favorables que reconocen este desajuste”, concluyó.

Fuente: Infobae