Con el ingreso de nuevas empresas, se enciende el negocio de monopatines eléctricos
La movilidad urbana es tema constante de debate en todo el mundo y Buenos Aires no es la excepción.
En ese contexto, avanza a paso firme el proyecto para que los monopatines eléctricos se transformen en un medio de transporte de relevancia.
Esa señal ya fue percibida por varias empresas extranjeras y otras locales que quieren participar de un negocio que aparece como prometedor.
En paralelo, la Legislatura porteña avanza con un proyecto para incorporarlos como vehículos al Código de Tránsito y Transporte (ver recuadro). Una vez que se apruebe, transcurrirá un período de tiempo en donde se realizará una suerte de prueba piloto y, más adelante, habrá distintas licitaciones para determinar cuantas empresas finalmente se harán cargo del servicio.
En principio hay tres empresas que pican en punta, pero podrían sumarse más en el mediano plazo. Una de ellas es Grin, una empresa mexicana que está asociada a Rappi y que ya puso un pie en el barrio de Palermo.
La compañía ya acordó con cafés y restaurantes para que se transformen en el espacio físico en donde se podrán retirar y devolver los vehículos a cambio de una comisión.
Otra de las empresas que comenzará a competir es Movo, propiedad del holding español Maxi Mobility. Al igual que Grin, pertenece a un grupo que ya tiene intereses en aplicaciones vinculadas al transporte: el delivery Glovo y el de viajes con conductor Cabify. Seguramente, el servicio está disponible a partir de mitad de año en barrios con alta circulación como Puerto Madero, Belgrano y microcentro. En una primera etapa, tendrán en circulación unos 300 vehículos.
La californiana Lime, propiedad de Uber, es otra de las compañías que miran el mercado local con interés. De hecho, recientemente comenzaron a operar en la ciudad uruguaya de Montevideo.
Pero el potencial que tiene este negocio no solamente incentiva a las empresas que ofrecen el servicio. Algunas fabricantes locales también están avanzando con proyectos para producir monopatines eléctricos. Incluso, ya hay algunos modelos plegables que están a disposición del público en cadenas de electrodomésticos locales, con precios que van de los $8.500 a los $15.000.
Por caso, la tecnológica argentina Mobox lanzó recientemente de tres nuevos productos, con los que ingresan al segmento de la movilidad personal urbana. El portafolio de la marca se inicia con dos modelos de monopatines eléctricos -uno para niños y otro para adultos- y un hoverboard. "La búsqueda de alternativas al transporte tradicional dio como resultado un auge de productos como los que hoy presentamos. Disminución del tráfico, menores costos de mantenimiento y contaminación, y mayor diversión a la hora de trasladarse son apenas algunas de las ventajas de la micromovilidad", le dijo al portal IT Sitio, Sergio Airoldi, CEO de Air Computers.
Sistema de alquiler
Como ocurre con las bicicletas, la ambición del gobierno porteño es lograr, en el mediano plazo, un gran red de alquiler de monopatines en toda la ciudad de Buenos Aires.
Quienes quieran utilizarlos deberán primero registrarse a través de la web, abonar una tarifa que definirá cada empresa -se calcula que podría rondar los $25 para desbloquear el vehículo y $6 por cada minuto de uso.
Los monopatines podrán circular a través de los tramos con ciclovía y estará permitido desplazarse sobre la calzada, excepto en grandes avenidas. La circulación por las aceras estará prohibida.
Las condiciones para moverse de esta manera en el distrito porteño serán similares a las que regulan el sistema de bicicletas eléctricas con pedaleo asistido. Los dispositivos deberán trasladar sólo a un conductor; contar con motor eléctrico y alcanzar una velocidad máxima de 25 kilómetro por hora; contar con luz delantera y trasera; llevar sistema de frenos y timbre o bocina. El usuario estará obligado a usar casco.
Fuente: BAE Negocios