AGRO | POLO INDUSTRIAL
Construyeron un molino en Tucumán, pero no pueden trabajar
Un grupo de empresarios del agro de Tucumán invirtió varios millones de dólares para construir un molino harinero e industrializar el trigo. La fábrica se comenzó a montar en 2004 en la Zona Franca, con la intención de aprovechar los beneficios fiscales y arancelarios que el Gobierno nacional ofrecía como incentivo para que los empresarios emprendieran allí sus proyectos.
La obra se realizó y se adquirió maquinaria de primer nivel mundial en Alemania, Suiza e Italia. Desde el año pasado, la fábrica Molinos Trigotuc SA está en condiciones de producir, pero el Gobierno nacional cambió las reglas de juego y la industria está parada.
“Estamos muy preocupados por la situación del molino, ya que está terminado desde hace más de un ño, con los silos llenos de trigo acopiado y todavía no puede iniciar la producción de harina de trigo”, explicó Enrique Carlino, responsable comercial del molino.
Especificó que los problemas comenzaron cuando el Ministerio de Economía de la Nación cambió las reglas de juego que se habían fijado con la Zona Franca, a través de la Dirección Nacional de Aduanas, y dictó la Resolución Nº 6, que impuso una retención del 20% para la exportación desde la Zona Franca.
“Cuando firmamos el contrato, el Gobierno nacional ofrecía arancel cero de exportación para los que radiquen las industrias en zonas francas. Con el cambio de normativa, se trabajaría a pérdida al industrializar el trigo. Si sabíamos que las reglas iban a cambiar, radicábamos el proyecto en otro lugar”, dijo Carlino.
Uno de sus compañeros, Rolando Yordán, afirmó que, al estar en la Zona Franca, tampoco pueden vender la harina en el mercado interno, porque la materia prima fue ingresada a territorio de la Aduana como material de exportación.
“La empresa está al día con nosotros y está aguantando el sueldo de 16 empleados. Pero no sé hasta cuándo podremos seguir así. Esto tiene capacidad para moler 4.500 toneladas de trigo al mes y emplearía a 50 personas. Pero no tenemos una solución”, sostuvo Yordán.
Carlino lamentó que, después de mucho tiempo, se radique una nueva industria en Tucumán y se tope con estos inconvenientes. Los empleados solicitaron que el gobernador, José Alperovich, interceda ante el ministro Miguel Peirano para que se destrabe la situación. “Si no obtenemos una solución, tomaremos medidas más drásticas, como el corte en la ruta nacional 9”, concluyeron los trabajadores. (La Gaceta de Tucumán)