Consumo: creció al 65% el uso de tarjetas de débito

Durante el último trimestre de 2023, el uso del débito destinado a compras creció al 65% dentro del total del volumen operado con el plástico y le gana terreno al efectivo. Así lo destaca la empresa Payway, en su último índice trimestral.

El último tramo del año se caracterizó por la precipitación en la suba de los precios, la incertidumbre por el cambio de Gobierno y las expectativas de devaluación tras la corrección del 21,5% de tipo de cambio, que finalmente se aplicó el 13 de diciembre. El Índice Payway se trata de un estudio de mercado de medios de pago en Argentina, que se fundamenta en datos estadísticos de diversas terminales, como QR, sistemas propios, eCommerce, débitos automáticos, retiros de efectivo y transacciones electrónicas, entre otros. El titular de Relaciones Institucionales de la empresa, Julián Ballarino, destaca que el crecimiento del consumo a través del plástico está marcado por la habitualidad en el uso de medios de pago electrónicos y digitales y el incremento en su aceptación, lo que sigue impulsando la bancarización de los consumidores.

Adelanto de consumos para paliar la inflación Así, por primera vez se detecta que el 65,36% del uso de la tarjeta de débito fue destinado a compras realizadas durante el último trimestre del año, por encima de su utilización para la extracción de efectivo en cajeros -30,82%- y el retiro de efectivo en comercios, por debajo del 4%. “Estos datos hay que leerlos a la luz de los vaivenes electorales del cuarto trimestre. Mucho de lo que se ve en esos datos es adelantamiento de consumo”, explica el economista de EPyCA Consultora Martín Kalos. En particular, por ejemplo, señala lo sucedido dentro del turismo: “la gente pagó con anterioridad las vacaciones que está haciendo ahora, o sea en agosto, septiembre, octubre y noviembre.” A su vez, la expectativa de devaluación, que luego se materializó en 118%, “hizo que mucha gente adelantara consumo de productos importados o de bienes que tenían costos importados o atados a importaciones”. Por último, el economista también señala de que las familias con capacidad de ahorro prefirieron reducir liquidez al mínimo y “tarjetear” para postergar los pagos al mes siguiente y utilizar esos pesos para invertir en activos financieros frente a la devaluación o la aceleración inflacionaria.

Como parte de esa lógica, el “tarjeteo” también fue funcional a esa estrategia. De hecho, la tarjeta de crédito sigue siendo el medio más utilizado entre las opciones relevadas por Payway, con una participación del 56,2% contra 42,7% que sostiene la tarjeta de débito. Por último, los rubros que más crecieron interanualmente con todas las tarjetas fueron supermercados con 72%, viajes, turismo y aerolíneas con 40% y restaurantes con 26%. “Con los números de inflación y devaluación, tiene sentido optimizar una cartera de activos financieros o adelantar el consumo antes que quedarse en pesos”, concluye Kalos.

Dentro del análisis, aparece de forma insoslayable la aplicación de iniciativas de incentivo al consumo, como la de “Compre Sin IVA", el programa lanzado en septiembre durante la gestión de Alberto Fernández. El programa devolvía el 21% de las operaciones realizadas con débito, con un tope de $18.800 mensuales. A su vez, la reducción del impuesto a las Ganancias a 80 mil trabajadores devolvió dinero a los bolsillos, que también se volcó al consumo.

Fuente: Ambito.com