Créditos: apunta el Gobierno a micropymes y cuentapropistas
Tras el acelerado crecimiento de los créditos durante la pandemia, ahora el Gobierno apunta a llegar con financiamiento a sectores históricamente no bancarizados, como micropymes o cuentapropistas, que sólo logran acceder a financiamiento con altas tasas y por fuera del sistema. La idea es que este sector pase a ser asistido por la banca tradicional, con créditos de hasta $300 mil y garantizados por el Ministerio de Desarrollo Productivo.
El año de la pandemia registró un crecimiento inédito en el otorgamiento de créditos. Entre abril del 2020 y 2021, hubo desembolsos por más de $1,1 billón, y se asistió a 453 mil empresas, según datos oficiales. Los préstamos y garantías para asistir a empresas y sostener el empleo fueron del 1,9% del PBI. La línea destinada a mipymes para afrontar la pandemia registró desembolsos por $537.558 millones, y la de inversión productiva, por $513.321 millones, siendo las dos políticas con mayor monto y alcance. La línea con menor impacto fue la llamada "Mypymes Plus", pensada para empresas que nunca habían accedido al sistema bancario, y que llegó a sólo 6.032 firmas.
Es que hay un sector históricamente no bancarizado al que no se llegó ni siquiera durante esta alza en los préstamos. Ese será el objetivo para este año. El primer paso lo tomó el Banco Central cuando a fines de abril bajó el efectivo mínimo de los bancos para que tengan un incentivo para colocar créditos. La idea del Gobierno es llegar con créditos comerciales o de inversión a los pequeños autónomos o cuentapropistas, como puede ser un gasista que necesita comprar herramientas. Esta línea de créditos sería otorgada por bancos privados, con montos de entre $200 y 300 mil, y con la posibilidad de devolverlos en hasta 24 meses. Para asegurar garantía a la banca, estarían acompañados por el sistema Fogar, que financia Desarrollo Productivo.
Actualmente, hay más de 6,1 millón de personas que tienen créditos con proveedores no financieros, como una fintech, de los cuales cerca de la mitad no tienen ninguna deuda con el sistema financiero. Las tasas de este tipo de endeudamiento pueden trepar hasta el 500%. La lógica oficial es que una persona que paga este tipo de tasas, también podría hacer frente a un préstamo bancario, para el que hoy se le cierran las puertas. La pandemia dejó una modernización tecnológica dentro del sistema bancario, que debería poder permitirle sumar nuevos clientes. Pese al contexto de crisis, la morosidad se encuentra en apenas 3,8% en el sistema financiero y del 3,7% en las entidades no bancarias.
Hoy, no hay forma de conocer cuál es el "universo de demanda potencial" que necesita un crédito y no accede, según explicó Ignacio Carballo, especialista en inclusión financiera. Estudios académicos o privados hablan de más de 3 millones. "En las personas que ganan hasta un salario mínimo, el primer fin de un crédito es la vivienda y el segundo, el préstamo productivo", detalló.
Por Florencia Barragan
Fuente: Ámbito.com