"Cuevas" entran también en cuarentena y reducen actividad
La cuarentena llega a los lugares menos pensados. Una actividad bien representativa de la accidentada economía argentina también la está sufriendo. El mercado informal cambiario, más conocido como “cuevas”, se está ajustando al ritmo que avanza la pandemia y, acorde a los nuevos tiempos, comenzó a cambiar los hábitos. En los últimos días, operadores mayoristas de este submundo financiero empezaron a informar a los vendedores minoristas que, desde la semana próxima, iban a dejar de funcionar tal como lo venían haciendo. Concretamente, decidieron la reducción de los horarios para la compra y venta de divisas como consecuencia de la baja de personal que debió recluirse en sus casas. También dejaron de ofrecer el servicio de delivery por iguales motivos.
Es que este es un negocio muy proclive a los contagios ya que el ir y venir de grandes cantidades de dinero y la necesidad de manipularlo exponen a quienes trabajan en esas condiciones a extremar los recaudos y, ni aún así, pueden estar seguros de no quedar expuestos al ataque del coronavirus.
La decisión de los mayoristas se derrama en las pequeñas “cuevas” que atienden al público en general y obliga a imitar sus nuevas reglas. “De las tres oficinas que tenemos, desde el miércoles 25 vamos a operar con una sola y en horario reducido. Si tenemos que cerrar todo porque son más restrictivos los controles, trabajemos vía WhatsApp con la clientela de mayor confianza” explicó un “cuevero” de la zona norte de Capital Federal.
Es que pese al cierre que se dispuso del país, en este sector consideran que forman parte de los rubros “vitales” para el movimiento económico. “Pueden parar todo pero la gente va a necesitar de nosotros” dijo, hasta con un dejo de orgullo, un operador de larga trayectoria. Según explicó, esta semana se vio que mucha gente prefería vender sus ahorros para hacerse de pesos para afrontar gastos menores. “Había miedo a acercarse a los bancos y hacer colas para retirar efectivo. Por eso, preferían el servicio de delivery en que la entrega de los billetes se realiza en el destino elegido, evitando contacto innecesario con gente. Esto, más allá de tener depósitos en pesos en los bancos, asumiendo una pérdida económica”, agregó.
El otro punto que resaltan en el sector para mantenerse vigentes es la parálisis de muchas actividades por la cuarentena obligada, especialmente cuentapropistas y negocios que tienen que cerrar. Hay que recordar que el corazón de la clientela proviene de la economía informal. Al no tener ingresos pero si gastos, los que tienen ahorros guardados, necesitarán cambiar los dólares en el mercado negro hasta que pase la pandemia y vuelvan a tener ingresos genuinos.
Un dato de la psicosis actual es que en algunas “cuevas” se negaban a recibir billetes de euros por temor a que hubiesen llegado recientemente con turistas que regresaron al país y pudieran estar contaminados con coronavirus.
Fuente: Ámbito.com