DERECHO DE FAMILIA
¿De qué hablar antes de volverse a casar?
Cuando alguien decide casarse por segunda vez o convivir en forma permanente y estable con su nueva pareja, hay temas algo difíciles de abordar previamente pero que resultan insoslayables para prevenir el fracaso de la relación.
Alguna vez fue "contigo pan y cebolla" y "hasta que la muerte nos separe". Luego hubo divorcios, pérdidas económicas y afectivas, reorganización familiar, duelos, cambios.
Una mochila que se carga a cierta edad, que no existía a los 20 años.
Si uno de los dos ya tiene hijos del primer matrimonio y el otro no: ¿ querrá tener más? El que no tuvo hijos y los desea, ¿ estaría dispuesto a renunciar a tenerlos?
Si los hijos del hombre que se vuelve a casar viven con la madre y de ese modo se inicia la nueva convivencia:
¿Estaría dispuesta la flamante esposa a convivir con los hijos de su marido si estos así lo desearan?
¿Tendrán relación la ex esposa con la nueva o el ex esposo con el nuevo o se ignorarán mutuamente?
¿Si los dos integrantes de la nueva pareja tienen departamento propio, en cuál de los dos vivirán? ¿Qué aportará el otro a cambio? Si deciden vender ambos departamentos, ¿a nombre de quién y en qué proporción comprarán el próximo?
Si a uno de los dos le ofrecieran un buen trabajo en el exterior, estaría el otro dispuesto a mudarse de país, dejando aquí a hijos de matrimonios anteriores?
Si la segunda esposa ya no fuera fértil y el hombre deseara tener un hijo, ¿estarían ambos dispuestos a adoptar o se resignarían a no ser padres?
¿Cómo administrarán el dinero que ganen? ¿Harán una caja común, cada uno administrará su dinero o pagarán los gastos a medias?
¿Qué pasa si la mayor parte parte del ingreso del hombre está destinada al pago de cuotas alimentarias de sus hijos de uniones anteriores? ¿La mujer lo mantendrá a él?
¿Que haría el hombre que se casa con una mujer con hijos cuyo padre biológico perdió contacto con ellos si le pidieran que los adopte? ¿ Estaría dispuesto a hacerlo?
¿Cómo organizarán las vacaciones? ¿Cada uno viajará con sus propios hijos o viajarán todos juntos?
¿Qué importancia tiene en la vida de cada uno el mantener el contacto con sus amigos?
¿Qué importancia tiene el desarrollo de carrera para cada uno? ¿Alguno de los estaría dispuesto a renunciar?
¿Cómo distribuirán las tareas domésticas? ¿Quién se ocupará de la atención de los hijos del otro?
¿Proyectan hacer inversiones económicas juntos o por separado? ¿A quién preservarán más económicamente, a la nueva pareja o a los hijos del anterior matrimonio? ¿Y tienen nuevos hijos?
¿A quién integrarán a su grupo familiar en la obra social o medicina prepaga? ¿A la nueva pareja o mantendrá a la ex cónyuge, madre de sus hijos?
¿Qué harán con los muebles de sus respectivos departamentos? ¿Los mantendrán o cambiarán todos?
¿Qué actitud tomaría cada cónyuge si los hijos del otro no la/lo aceptaran?
Como verán, si en un primer matrimonio son muchas las cosas que deberían hablarse antes de casarse, en un segundo o tercero son muchas más y más complejas.
Sin embargo, es necesario abordarlas para ver si el proyecto de vida en común es viable o no, más allá del deseo, como para que perdure en el tiempo y no fracase súbitamente cuando la historia de vida de cada uno se haga presente.
Fuente:
Dra. Mirta S. Núñez, abogada de familia y psicóloga social