Dejarán de recolectar basura en las puertas de los domicilios porteños
A partir de septiembre del año que viene, los vecinos de la ciudad de Buenos Aires deberán caminar cuatro cuadras (dos de ida y dos de vuelta) todos los días para tirar la basura en contenedores, ya que habrá uno cada 400 metros y dejará de circular el tradicional camión.
En caso de que el vecino tenga grandes volúmenes de residuos, deberá llamar a una línea telefónica gratuita, y un recuperador de la cooperativa que trabaja en su zona pasará por la puerta de su domicilio para buscar sus bolsas.
El ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli, anticipó su deseo de una ciudad 100% contenerizada (hoy el 27% lo está), donde no existan más bolsas de basura en las calles: “Para eso, instalaremos un contenedor cada cuatro cuadras en las zonas de casas, y dos contenedores por cuadra en donde haya edificios con muchos departamentos”.
El 19 de agosto próximo vence la prórroga de la concesión de la recolección de residuos, y será cuando lancen la nueva licitación, que estaría adjudicada en mayo del año que viene, y a los cuatro meses se pondrá en práctica el servicio.
Contrato millonario
El contrato será de $ 1.400 millones anuales contra los $ 1.261 millones actuales, a lo que debe sumarse los $ 240 millones al año que gasta el Ceamse, con lo cual el gasto diario es de $ 5 millones. Para delinear los últimos detalles del pliego, y analizar las propuestas que surjan, el martes próximo se realizara una audiencia pública en el Teatro Sarmiento, que estará presidida por Santilli y monitoreada por una representente de la ONG Cambio Democrático y por otro de Poder Ciudadano.
Como novedad, proponen dos contenedores: uno para los residuos húmedos y otro para los secos. En el primer caso, se depositarán restos de comida, telgopor, cerámica, papeles y cartones plásticos.
En tanto, en el contenedor de los residuos secos se tirarán los papeles y cartones limpios y secos, plásticos, vidrios, metales y textiles. En este caso, el servicio será prestado por cooperativas de trabajo o empresas sociales, que deberán participar de un concurso público. Entre estos contenedores estarán los de tapa naranja, que se recogerán dos veces por semana en 6.000 cuadras. Aquí habrá tres áreas de explotación exclusiva, con una zona por oferente.
Por otra parte, habrá contenedores de punto blanco, que se instalarán frente a edificios públicos, hospitales, colegios, clubes y Centros de Gestión y Participación, con una capacidad de 3.000 litros.
(El Cronista)