CASO SKANKA

Detienen a un industrial que entregó facturas truchas

El presidente de una firma dedicada a la producción de montajes industriales fue detenido ayer en la investigación sobre la posible ruta del dinero del caso Skanska.

Su empresa proveyó en 2005 a la multinacional sueca de cuatro facturas distintas por casi 600 mil pesos que podrían haber servido tanto para evadir impuestos como para pagar coimas en la obra pública.

La detención fue ordenada por el juez en lo Penal Tributario, Javier López Biscayart. El sospechoso se llama Danimiro Alejandro Kovacik y es el presidente de Inargind S. A., una empresa de existencia real -no fantasma- con sede en Alsina al 1.400.

Fuentes judiciales informaron a Clarín que López Biscayart le tomará hoy una declaración indagatoria a Kovacik por los delitos de evasión simple y agravada, los mismos por los que ya están procesados ex directivos de Skanska que aprobaron el uso de facturas apócrifas.

A su vez, el otro juez del caso -Guillermo Montenegro, que investiga el presunto pago de sobornos- ya había citado a Kovacik a otra indagatoria para dentro de tres semanas.

Inargind es una de las 23 sociedades que le vendieron facturas truchas a Skanska. La más conocida de esas empresas es Infiniti Group, de la que el juez López Biscayart dio por probada que existía sólo en los papeles; el apoderado de Infiniti, Adrián López -todavía preso- fue el primero en vincular las facturas apócrifas de este caso con coimas al ministerio de Planificación Federal.

En lo de Montenegro, ayer se presentó un ex gerente de Skanska: Alejandro Gerlero, hoy en Techint. No declaró y prometió un escrito para más adelante.

Kovacik es argentino y tiene 52 años. Su empresa habría hecho obras públicas en varios municipios bonaerenses y en Córdoba.

Skanska ganó un concurso privado de precios para participar, a través de un fondo fiduciario, de la ampliación de los Gasoductos Norte y Sur. Las obras las organizó la secretaría de Energía, con el control del Enargas. Entre los imputados por las coimas hay ex funcionarios, funcionarios, directivos de Skanska y todos quienes tuvieron que ver -con distintos roles- en la operación.

Las facturas truchas se usaron para materializar los pagos. De acuerdo a constancias de las dos causas en trámite, Inargind le aportó a Skanska cuatro facturas y a cambio recibió cheques por los siguientes montos: $ 150.196, $ 142.073, $ 150.196 y $ 129.798, lo que suma $ 572.263.

En todos los casos, el primer endoso lo hizo el propio Kovacik. Dos cheques se cambiaron luego en Investment Bursátil Sociedad de Bolsa y un tercero, en Mercado Unico por gestión de un tal Julio César Cabrera. El mismo recorrido hicieron otros cheques con los que Skanska pagó facturas de la Constructora Triple T y la Cooperativa Cris, que también se reputaron truchas. (Clarín)