Deuda: Luis Caputo renovó solo el 75% de los vencimientos semanales y el canje tuvo una adhesión del 19,5%
Con una doble operación que realizó este miércoles, el Ministerio de Economía cerró un activo mes de enero en cuanto a la administración de la deuda en pesos. Por un lado, a través de una licitación por efectivo, estiró los plazos de colocación a tasa fija a 2027, pero apenas logró renovar el 75% de los vencimientos semanales. Por otro, en el canje con el que comenzó a postergar los compromisos de febrero consiguió una adhesión del 19,5%.
Licitación de deuda en pesos Se trató de la segunda licitación por efectivo de enero. En esta oportunidad, la Secretaría de Finanzas enfrentaba el vencimiento de una Lecap por $2,9 billones, a lo que se sumaba el remanente del bono dual TDE25 (la mayoritaria porción en manos del Banco Central ya había sido canjeada el viernes pasado). En total, esta semana los compromisos a renovar ascendían a $8,8 billones.
En la subasta de este miércoles, Finanzas recibió ofertas por $7,97 billones, de las cuales adjudicó $6,6 billones. El secretario Pablo Quirno informó que el resultado implicó "una renovación del 75% de los vencimientos". De esta manera, se liberaron al mercado unos $2,23 billones.
Como en la primera licitación de enero Economía había colocado el doble de lo que vencía y había obtenido un financiamiento neto positivo de $1,8 billones, el porcentaje de renovación del total de vencimientos del mes fue del 96%.
¿A qué se debió el bajo roll over semanal? El economista jefe del Grupo SBS, Juan Manuel Franco, consideró que no fue sorpresivo y que respondió a una falta de liquidez de las entidades financieras. "La liquidez viene tight y posiblemente algunos no renovaron para hacerse de pesos", le dijo a Ámbito y destacó que las LEFI privadas (en poder de los bancos) "vienen cayendo y los pases activos, subiendo".
Una de las novedades de la subasta, fue la colocación de un bono capitalizable a tasa fija (Boncap) a enero de 2027, es decir, a casi dos años vista. Este instrumento fue el que más volumen captó: $4,36 billones. En Economía destacaron que esto permitió extender la duración de la deuda. Para conseguirlo, pagó una tasa efectiva mensual (TEM) del 2,05%, en línea con lo que esperaba el mercado aunque bastante por encima de las expectativas que busca instalar el Gobierno para la nominalidad de la economía.
El resto del monto colocado se distribuyó de la siguiente manera: $962.000 millones en una Lecap (letra capitalizable a tasa fija) corta a marzo de 2025 a una TEM del 2,4%; $750.000 millones en una Lecap a abril de 2025 a una TEM del 2,26%; y $523.000 millones en un Boncer (indexado a la inflación) con cupón cero a marzo de 2027 con una tasa interna de retorno efectiva anual del 7,66%.
Baja adhesión al canje En paralelo, el Gobierno realizó un nuevo canje de deuda en pesos, esta vez orientado a comenzar a despejar parte de los vencimientos de febrero. En particular, se ofreció una conversión del Boncer T2X5 por una nueva Lecap a noviembre de este año.
El equipo económico había puesto un tope para el canje de $4 billones. Sin embargo, el resultado estuvo lejos de ese máximo preestablecido. Los tenedores del título elegible suscribieron $1,18 billones, lo que implicó una adhesión del 19,5% del total. Las nuevas letras salieron una TEM del 2,2%.
Se trató del tercer canje del mes. Las anteriores conversiones fueron la del bono dual TDE25 con el BCRA (ya mencionada) y el megacanje realizado también el viernes pasado, que involucró once títulos que vencen entre mayo y noviembre de este año.
En esa operación, Economía había conseguido una adhesión del 64% de los títulos elegibles, con la que pudo patear para 2026 $14 billones de vencimientos. Para conseguirlo, según comentaron en la city, pagó un considerable “premio” de tasa por sobre los valores que marcaba la curva de rendimientos a tasa fija antes de la convocatoria a ese canje. Además, los títulos otorgados a cambio fueron duales (a tasa fija o variable), que en los hechos implicó otorgar un “seguro” contra eventuales subas de la tasa de política monetaria (o bajas menores a las esperadas por el mercado).
El objetivo fue descomprimir los meses más calientes del proceso electoral para reducir los riesgos de presiones sobre el dólar ante cada vencimiento de deuda en pesos, en caso de que el humor del mercado se revirtiera, sobre todo en caso de que en el medio hubiera una flexibilización adicional del cepo cambiario.
Fuente: Ambito