Deuda: Luis Caputo sale a renovar $4 billones

El Ministerio de Economía volverá a colocar deuda en pesos este lunes. En principio, Luis Caputo y su secretario de Finanzas, Pablo Quirno, se proponen refinanciar los vencimientos de fin de mes, que superan los $4 billones. En caso de conseguir un fondeo extra, la estrategia oficial es utilizarlo para recomprar títulos del Tesoro que están en poder del Banco Central. El menú de instrumentos que pondrá sobre la mesa el Gobierno trajo una sorpresa para los inversores: regresan los bonos dólar linked, que habían estado ausentes en las últimas licitaciones.

Según los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), este miércoles vencen $4,15 billones del bono dual TDF24, un título que ajusta por inflación o por tipo de cambio oficial (lo que resulte más beneficioso para el acreedor). Por lo pronto, Economía buscará renovar el vencimiento de ese instrumento.

Aunque hay una porción de ese compromiso que ya rolleó por decreto. Tal como ocurrió en las últimas dos licitaciones, el Gobierno impuso un canje para las tenencias de los organismos públicos. Este viernes, a través de una resolución conjunta de las secretarías de Hacienda y de Finanzas, ordenó que las acreencias del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses y otros entes del TDF24 sean reemplazadas por el bono indexado a la inflación TX25 que vence el próximo año.

Es por eso que los vencimientos finales a renovar este lunes “serán sustancialmente menores”, señaló la firma Portfolio Personal Inversiones (PPI). Según sus estimaciones, el sector público poseía el 37% del título en cuestión.

Vuelven los bonos dólar linked En esta licitación, Economía pondrá sobre la mesa cinco instrumentos para los inversores. En primer lugar, reabrirá la LECER (letra indexada a la inflación) con vencimiento en mayo de este año (X20Y4), que en la colocación pasada declaró desierta ya que optó por concentrar el monto adjudicado en los bonos de mayor plazo. En los últimos días, esta LECER cotizaba en el mercado secundario a una tasa negativa cercana al 70% ante la alta demanda de cobertura contra la suba de precios.

También ofrecerá otros bonos ajustables por inflación (BONCER) a mayor plazo. Reabrirá el TZX26 (que expira en 2026), que en la última licitación cortó con una tasa negativa del 3,4% y la semana pasada operó por encima del -4% en el secundario. Además, lanzará un nuevo BONCER con cupón cero al 30 de junio 2025 (TZX25). “Para esta emisión, creemos que el bono por curva podría emitirse alrededor de CER-15%, impulsado por el fuerte rally que protagonizó el tramo largo de la curva CER en las últimas dos semanas”, consideró PPI.

Pero la principal novedad es el regreso de los títulos indexados al tipo de cambio oficial. El Palacio de Hacienda ofrecerá dos nuevos bonos dólar linked con vencimientos el 30 de junio de 2025 (TZV25) y 30 de junio 2026 (TZV26). El ofrecimiento causó sorpresa entre los inversores. Lo cierto es que el Gobierno había acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que en su estrategia de financiamiento iría dejando de lado este tipo de instrumentos. De hecho, en las últimas licitaciones no habían estado presentes.

“Con el A3500 (dólar oficial) corriendo a 2% mensual y sin perspectivas de una devaluación pronto, no queda claro el atractivo de estos títulos”, expresaron desde la consultora 1816.

En tanto, en PPI sostuvieron: “Resulta llamativa la decisión de emitir Dólar Linked. La reducción de la brecha cambiaria quitó el interés por las coberturas ante eventuales saltos en el tipo de cambio oficial. La baja de los contratos de ROFEX, la debilidad en bonos y sintéticos Dólar Linked y las tasas -más elevadas de lo previsto convalidadas por las últimas emisiones corporativas reflejaron la pérdida de apetito por estas estrategias. Siguiendo las colocaciones corporativas recientes, y nuestra expectativa, esperamos tasas positivas para ambas emisiones”.

BCRA ofrece puts, ¿pero afloja? En el mercado esperan que el saldo de la licitación deje un fondeo extra para el Tesoro que sería utilizado para recomprarle bonos al BCRA. Al registrar equilibrio fiscal producto del shock de ajuste aplicado por Javier Milei (concentrado sobre todo en la licuación del gasto en jubilaciones, obra pública y transferencias a las provincias) y por ende haber frenado el financiamiento monetario del fisco, el Gobierno apeló a la estrategia de la recompra a lo largo del año. Tras la última licitación, la novedad fue que los pesos excedentes se utilizaron por primera vez para comprarle al Central un título soberano en dólares (el AL35).

Una de las razones por la que se prevé una alta participación en la colocación de este lunes es que la entidad que preside Santiago Bausili viene impulsando a los bancos a migrar sus tenencias desde pasivos remunerados del BCRA hacia títulos del Tesoro mediante el ofrecimiento de seguros de liquidez (conocidos en la jerga financiera como puts u opciones de recompra). El objetivo de esta política es reducir el stock de Pases, algo que el Gobierno considera clave para avanzar en el levantamiento del cepo cambiario y, posteriormente, en la cuestionada dolarización (o competencia de monedas).

Estos seguros fueron el principal catalizador de la demanda de títulos públicos en las últimas licitaciones ya que permiten que los bancos tomen deuda soberana con la garantía de que, cuando quieran desprenderse de esos bonos, el BCRA se los recomprará. Tanto es así que en la última colocación de Caputo, el Central adjudicó puts por el 95% de la emisión del Tesoro y en las últimas cinco licitaciones no bajó del 77%. Según 1816, el stock de estos seguros para bancos ya asciende a $14,4 billones.

Como contó Ámbito, distintas voces advirtieron sobre los riesgos de esta estrategia. Es que los puts resultan una “deuda latente” para el BCRA ya que, en última instancia, si el humor del mercado se altera y las entidades financieras deciden ejecutarlos, tendrá que salir a emitir para recomprarlos. Eso daría marcha atrás al proceso de desarme de los pasivos remunerados ante la necesidad de esterilizar los pesos inyectados o bien podría retroalimentar una eventual corrida.

Además, se considera que la necesidad de vender seguros para que los bancos acepten ingresar en las subastas del Tesoro resulta una señal de falta de credibilidad sobre cuán sostenible es el ajuste en marcha basado en el plan licuadora desde la mirada de los inversores.

Lo cierto es que en esta colocación los puts volverán a estar presentes. El BCRA ya se lo comunicó a las entidades. Sin embargo, en esta oportunidad solo estarán disponibles para el BONCER a 2026 (TZX26). Una fuente del mercado le dijo a Ámbito que podría ser el indicio de que el Central empieza a acotar esta herramienta de a poco para sondear cómo responde la demanda de títulos públicos de esta forma: “¿Habrá recogido el guante de las críticas?”, se preguntó. Aún está por verse.

Fuente: Ambito.com