EEUU: los republicanos tomaron el control de la Cámara baja
La Cámara de Representantes de Estados Unidos quedó hoy oficialmente bajo el control de la oposición republicana, al asumir su presidencia el congresista por Ohio John Boehner, quien de inmediato anunció su intención de provocar un profundo cambio en la manera de actuar de los legisladores.
"El pueblo votó para poner fin a la manera de hacer las cosas como se hacían, y hoy comenzamos a cumplir sus instrucciones", dijo Boehner en su discurso inaugural.
Como presidente de la Cámara de Representantes, Boehner, de 61 años, no sólo tendrá un papel clave en el quehacer legislativo, sino que queda tercero en la línea "sucesoria" de Estados Unidos tras el presidente y el vicepresidente.
Boehner asumió la simbólica maza con que se abren y cierran las sesiones de la cámara baja estadounidense ostentada en los últimos años por la demócrata Nancy Pelosi, quien fuera la primera mujer en ocupar la presidencia de la Cámara de Representantes y que en los últimos tiempos se había convertido en todo un símbolo de lo que los republicanos quieren revertir de la política de Barack Obama.
"Tenemos que estar dispuestos a encontrar un terreno común para resolver los problemas y construir un futuro más seguro para todos los estadounidenses", dijo Pelosi a su sucesor durante la ceremonia, en un mensaje que evoca el obligado compromiso a negociar que ha asumido la administración de Barack Obama desde que registrara fuertes pérdidas en el Capitolio en las elecciones de noviembre.
Y es que con la asunción de Boehner se completa el drástico cambio que sufrirá el Capitolio en esta nueva sesión, después de la victoria republicana en noviembre que arrebató a los demócratas la mayoría en la Cámara de Representantes y los dejó con una muy menguada en el Senado.
Los republicanos, que llevaban cuatro años en minoría, llegan a esta nueva era con el objetivo declarado de revertir buena parte de la política de Obama, empezando con su mayor logro político: revocar la reforma de salud que propulsó el mandatario, para lo que ya han fijado como fecha el próximo 12 de enero.
Boehner dejó claro en su discurso inaugural que piensa llevar a cabo las promesas de recortar gastos y deuda y desafiar al gobierno de Obama que llevaron a la victoria republicana tras cuatro años en minoría en la Cámara de Representantes.
"Nos reunimos hoy en tiempos de grandes desafíos", dijo Boehner. "Casi uno de cada diez de nuestros vecinos está sin trabajo. Los costes de la sanidad siguen aumentando (...) y nuestra deuda pronto va a eclipsar el tamaño total de nuestra economía nacional", resumió. "Este 112 Congreso exigirá trabajar duro y tomar decisiones difíciles", advirtió.
Pero los demócratas han advertido a su vez que no les pondrán fácil a los republicanos sus intentos de dar marcha atrás en normativas clave, como la de la salud, que han logrado en los dos primeros años de mandato de Obama.
Así lo reiteró el portavoz saliente de Obama, Robert Gibbs, quien calificó la votación de la semana próxima en la Cámara de Representantes para revocar la ley de la salud como algo "simbólico".
Los republicanos "saben que esto no va a llegar a la mesa del presidente. No es probable que pase el Senado. Esto es un poco de ruido", dijo en los mismos momentos en que Boehner pronunciaba su discurso.
Con todo, analistas coinciden en que el cambio en el equilibrio de poderes en el Capitolio obligará a la administración Obama a acometer políticas menos drásticas que las impulsadas durante sus dos primeros años de gobierno.
Vaticinan en este sentido un giro hacia el "centro" del presidente y su ejecutivo y la promoción de medidas más orientadas hacia la reactivación más rápida de la economía nacional y, sobre todo, la creación de empleo.
En total, la nueva Cámara de Representantes cuenta con 242 republicanos -entre ellos muchos legisladores apoyados por el movimiento ultraconservador Tea Party- y 193 demócratas.
Como un gesto simbólico del nuevo cambio que pretenden propugnar los republicanos, la Cámara de Representantes abrirá mañana oficialmente sus sesiones con una lectura en alto de la Constitución, que han prometido será la guía -y el texto con que justificar cualquier propuesta de ley- de esta nueva era, en una concesión al Tea Party que tanto impulsó su victoria en noviembre.
El Senado está compuesto en esta nueva sesión del Congreso, la 112, por 53 demócratas y 47 republicanos, una relación de fuerzas que mantiene la mayoría del partido de Obama pero que no será suficiente para impulsar por sí sola proyectos de ley, por lo que estarán obligados a negociar intensamente, según han reconocido los propios actores políticos.
(Ambito.com)