Economía sumó un nuevo bono que ajusta por inflación

El Gobierno avanza con su estrategia para despejar los vencimientos de la deuda en pesos, que para el primer trimestre del 2023 representa los $4,2 billones. Al menú de bonos incluidos en el canje y comunicados la semana pasada, que incluyen títulos a tasa fija y duales, este lunes se incluyó otro papel ajustable por CER. La mayoría de los nuevos vencimientos son dentro del actual ejercicio, antes de la fecha marcada para las Primas Abiertas Simultáneas y Obligatorias. De ese total, el 50% está en manos de entes públicos, con una fuerte participación del BCRA.

El objetivo oficial sería, al menos, lograr un canje por $2,5 billones, resultado que implicaría también la participación de los privados. La suerte que corra el Gobierno con la deuda doméstica determinará el flujo de pesos y la capacidad del Poder Ejecutivo de financiar el déficit, bajo el co gobierno del FMI. Para diferentes analistas del sector privado, cualquier ruido en este aspecto impactará sobre la brecha cambiaria.

“Entendemos que hay dos ofertas, una destinada al sector público y otra para el sector privado. Creemos que puede resultar positiva. Dentro del sector público, el BCRA, que compró más de $500.000 millones en el último trimestre, tiene incentivos a entrar dado que no puede participar de operaciones primarias. Respecto a los privados, dada la probabilidad de una baja en la tasa de interés en el corto plazo, también puede ser que entren para poder aprovechar las tasas altas que ofrecen los títulos”, explicó a BAE Negocios Sebastián Menescaldi, de la Consultora EcoGo.

De los 4,2 billones que vencen en el primer trimestre, el Gobierno estima que la mitad están en poder de entes públicos. Por lo tanto, si se llegase a lograr un canje por el 60 o 65 por ciento de los títulos, primaría una lectura de éxito en el quinto piso del Palacio de Hacienda. Para la Consultora PxQ, “la dinámica de la deuda doméstica determinará la capacidad del Gobierno para financiar su déficit”. “Si la refinanciación mermara, se podrían ver consecuencias sobre la brecha con su consecuente impacto sobre los precios domésticos”, explicaron en uno de sus últimos informes.

Todo canje es político. El Poder Ejecutivo necesita despejar los vencimientos acumulados entre enero y marzo y luego lograr las renovaciones suficientes que le permitan financiar un Presupuesto que tiene cada vez más torniquetes. Por ende, el éxito del canje y las sucesivas renovaciones radicará en los posibles acuerdos políticos a los que se llegue con los distintos actores del mercado financiero. El objetivo sería despejar la idea del reperfilamiento, asociada al clima post electoral.

El Gobierno ofrecerá una canasta constituida por LEDES con vencimiento al 28 de abril (25% del total de la canasta), 31 de mayo (35%) y 30 de junio (40%). La segunda canasta se compone de bonos duales a julio (35% del total de la canasta), septiembre (35%) y febrero de 2024 (30%). Este lunes se agregaron Ledes que ajustan por CER.

“La lectura del canje será en función de ese casi 50% que tiene los privados, qué porcentaje entra y si agarran el bono dual. Todo lo que pueda despejarse durante el primer trimestre, sumado al colchón generado el año pasado, me parece una estrategia acertada”, aseveró Sergio Chouza, de la consultora Sarandí.

Fuente: Diario BAE