El 70 % de los comercios bonaerenses no cumple con la Ley de Talles
Encontrar ropa juvenil más allá del talle 44 es una misión imposible en la Provincia. Aun cuando, desde hace tres años, la Ley 12.665 obliga a los locales de venta de indumentaria femenina a ofrecer sus prendas del talle 38 al 48.
Según los últimos datos del Ministerio de la Producción Bonaerense, el 70% de los comercios no tiene talles grandes y en el 80% el etiquetado de las prendas no cumple con la norma.
La Ley de Talles fue aprobada en 2001, pero la reglamentación demoró más de cuatro años. Luego, una avalancha de reclamos legales postergó un año más su vigencia efectiva. Hoy rige plenamente y los comercios son controlados por cada municipio. Los datos surgen de las 700 inspecciones en 40 distritos, básicamente del conurbano, que realizó la Provincia durante el último año. La infracción más frecuente es la falta de etiquetado. En 558 comercios, los inspectores encontraron prendas marcadas como L, XL o XS, en lugar del 38 al 48.
Este panorama coincide con el monitoreo que desde 2007 lleva a cabo la ONG Mujeres en Igualdad (MEI). "No hay ropa para cuerpos reales y la falta de prendas para todos los talles es un problema grave y excluyente", apunta Monique Thiteux-Altschul, directora ejecutiva de MEI. Para llegar a esta conclusión, relevaron la oferta de ropa para mujeres jóvenes en 23 locales del centro comercial de Martínez, 8 de Munro y 9 en Vicente López. Sólo dos cumplían con la reglamentación. Incluso detectaron que "marcan una prenda como talle 46 cuando sus dimensiones corresponden a un 40".
"Con pelear para que se sancione una ley no basta; también hay que monitorear su cumplimiento para que las normas funcionen", agrega Thiteux-Altschul. Pero ¿qué exige exactamente la 12.665? Que los dueños de los comercios, fabricantes, distribuidores e importadores acondicionen sus prendas juveniles de acuerdo a la norma IRAM 75.310 que dispone como talles obligatorios desde el 38 al 48. De esta manera, se suprimen las definiciones S, M, L y XL o su equivalente 1, 2 y 3. Y además, que cada prenda lleve una etiqueta con un pictograma con la indicación del talle y su medida en centímetros de busto, cintura y cadera. "Esta ley forma parte de las herramientas que el Estado pone a disposición de los consumidores para que no estén en desigualdad -explicó Martín Ferré, ministro de Producción-. Hacemos operativos todo el año, pero es clave el rol del cliente para denunciar abusos o irregularidades".
"Hay muy pocas firmas que eligen fabricar ropa para gente gorda o con sobrepeso. Cuando te gusta una marca y no encontrás talle no te queda otra que jorobarte y te frustrás. Con este panorama ya sé qué negocios tienen ropa para mí. Pero siempre está esa sensación de no poder acceder a lo que te gusta. Es triste porque todos tenemos derecho a vestirnos", dice Josefina Herrera, 20 años y 75 kilos.
Los empresarios textiles no están obligados a exhibir todos los talles en los saldos y liquidaciones y permitieron a los comercios tener al menos una prenda con las medidas extremas, aun cuando no estén estampadas o sea de un color diferente al que se exhibe.(Clarín)