El Banco Central giró $ 3.000 millones al Tesoro y ayuda a financiar el gasto

El Tesoro podría registrar este mes un superávit récord por la combinación de una buena recaudación tributaria y el giro de $ 3.000 millones que realizó ayer el Banco Central, como parte de las utilidades obtenidas el año pasado por la apreciación contable de las reservas internacionales. Los recursos son suficientes para financiar la expansión del gasto social anunciada el miércoles por la presidente Cristina Fernández aunque con una particularidad, difícilmente se repita la ganancia extraordinaria que obtuvo el BCRA, producto de la devaluación del peso y la apreciación de los títulos públicos que mantiene en cartera.

El directorio del Central aprobó ayer el giro de los fondos, que quedaron depositados en la cuenta de la Tesorería abierta en la propia entidad. Eso implica que por ahora no tendrá efecto monetario, aunque están en disponibilidad inmediata para utilizarla para financiar el gasto público. La Secretaría de Hacienda tiene varias cuentas abiertas en el Central, entre ellas las que integró con las reservas internacionales afectadas al pago de la deuda pública con tenedores privados y con organismos internacionales.

En la reunión de ayer, el directorio del Central sólo aprobó el giro de los fondos de julio, que se suman a $ 1.500 millones transferidos en enero pasado. Todavía falta la definición técnica de cuánto de las utilidades se van a capitalizar para saber el monto total de la transferencia al Tesoro, aunque se estima que rondará los $ 20.000 millones. Para los próximos cinco meses restarían girar entre $ 15.000 millones y $ 16.000 millones.

El monto final depende de aspectos técnicos (el monto máximo que pueda capitalizar) y la decisión que acuerden la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, y el ministro de Economía, Amado Boudou. Los dos funcionarios deberían hacer funcionar el Consejo Coordinador de Políticas Monetarias, Cambiarias y Financieras, creado en febrero pasado. En la reunión formal de constitución, acordaron que no se tomarán medidas ortodoxas para frenar la inflación, que tampoco se frenará el gasto público ni las obras públicas y sólo anticipaban una mayor sincronización en el ritmo de desembolso para evitar una presión extra del gasto público sobre los precios.

El Tesoro recibirá también dos transferencias extraordinarias en lo que queda del año de $ 2.000 millones aproximadamente cada una, correspondientes a las utilidades del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS, que se giran trimestralmente.

En el año, el Tesoro contará con un financiamiento vía recaudación tributaria estimada en

$ 390.000 millones a lo que se sumará los $ 20.000 millones de utilidades del Central; los $ 24.000 millones de reservas para pago de deuda y los $ 8.000 millones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Con todos esos recursos, se espera que las cuentas públicas cierren 2010 en equilibrio.

La primera mitad del año cerró con un superávit fiscal financiero (el resultado tras el pago de intereses de la deuda) de $ 180,5 millones, pese a registrar un déficit de $ 293,4 millones en junio, un mes en el cual suelen aumentar las erogaciones por el pago del medio aguinaldo a los empleados públicos y los vencimientos de intereses de la deuda.

En julio se espera un fuerte superávit primario, con una recaudación estimada entre $ 35.000 millones y $ 36.000 millones y los aportes del Central y pocos vencimientos a pagar con la caja, que suman unos u$s 400 millones por intereses. Los vencimientos de capital, poco más de u$s 800 millones se afrontarán con las reservas internacionales y no se consideran para la estimación del superávit financiero. También con reservas se afrontará el pago de intereses del Boden 2012, por u$s 2.300 millones que opera en agosto.

El colchón de julio servirá para financiar los aumentos en jubilaciones, asignaciones y subsidios, de $ 3.000 millones mensuales hasta fin de año que empezarán a impactar en las cuentas de agosto.

(El Cronista)