El FMI auditará la economía argentina

El Gobierno aceptó una evaluación de su economía por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se realizaría entre fines de este año y principios del próximo en Buenos Aires y Washington, para cumplir con el compromiso de la presidenta Cristina Kirchner ante el G20 de mejorar el sistema de cooperación entre los países afectados por la crisis global, aunque descartó que sea una auditoría o aceptar consejos del organismo.

Así lo dio a entender ayer el ministro Amado Boudou tras su reunión de 40 minutos con el director gerente del Fondo, Dominique Strauss-Kahn, realizada en el centro de convenciones donde el FMI culminará hoy su asamblea anual. En el FMI optaron por la tradicional frase "sin comentarios", para que esta delicada negociación no fracase, pero las palabras de Boudou están en línea con los comentarios del funcionario francés y del jefe del departamento para el hemisferio occidental del FMI, Nicolás Eyzaguirre.

Frente a los nervios de sus asesores, Boudou llegó con suma tranquilidad justo a las 3 de la tarde al despacho del funcionario francés y luego partió al aeropuerto para regresar a la Argentina con la intención de reunirse esta mañana con la presidenta Cristina Kirchner en la residencia de Olivos, donde evaluarían la cuestión.

De todos modos, en una entrevista con LA NACION en el aeropuerto de Estambul, el ministro destacó la importancia de que el artículo IV sirva para "evaluar las políticas de la Argentina que van a ir en coordinación con el resto de los países del G20". Strauss Kahn y Boudou definirían la fecha exacta de la evaluación en un encuentro del G20 previsto para noviembre en Escocia.

Por otra parte, confirmó que trabaja para acelerar el canje con los bonistas en default, con una quita que, como mínimo, será del 65%, como en la oferta del 2005.

En su entorno precisaron que buscará anunciarlo "lo antes posible" -si puede antes del viaje de la Presidenta a la India la semana próxima- con el marco legal correspondiente.

la Nación entrevistó al Ministro de Economía, quien informó lo siguiente

 ¿Qué ventajas y desafíos le traerá al país normalizar la relación con el FMI?

 La voz de la Argentina tiene que ser más escuchada y por eso es muy importante la participación de la presidenta en el G20. Y en este nuevo orden internacional que se está edificando a partir de la crisis global, es importante tener una participación muy activa en todos estos foros, como en el FMI, para acompañar a Strauss Kahn en el esfuerzo para que el nuevo FMI no se aborte antes de empezar.

 ¿Cómo califica su reunión con el director gerente del FMI?

 Fue muy amable y le expresé la posición del Gobierno de acompañarlo para recrear el FMI con mayor diversidad no solo en la conducción, sino también en el staff ; hasta que eso no se haga no se va a poder concretar un cambio en el FMI por más esfuerzo que él haga. Y él me expresó que se sentía muy contento de que la Argentina estuviera recreando su relación con este nuevo FMI.

 ¿Y la cuestión del artículo IV?

 Coincidimos en que debe ser una cuestión seria, muy técnica, donde, más allá que no se pueda saber el resultado hasta que no se realice el trabajo, claramente no es una auditoría porque no es revisión de papeles, sino que tiene que ver con evaluar las políticas del país. Y esto es importante en el marco del G20: evaluar las políticas de la Argentina que van a ir en coordinación con el resto de los países de este grupo para seguir propiciando el crecimiento económico.

 ¿Qué ocurrirá si del informe surgen críticas?

 La Argentina es un país maduro que puede aceptar críticas, pero no condicionalidades ni imposiciones de políticas. A cualquiera lo pueden criticar: los informes del FMI son críticos sobre Chile, Estados Unidos, o China..y esto es lo interesante de este proceso.

 ¿Cómo fue el diálogo en la reunión sobre las cifras del Indec?

 Se habló del impacto sobre las estadísticas oficiales, pero es un tema de nuestro país y le dije que la forma en se había tratado en el panorama económico mundial del FMI nos parecía razonable.

 ¿Le pareció razonable que digan que hay divergencia con las estadísticas privadas?

 Eso es lo que les comenté: contra qué nos miden; a veces sentimos que nos están comparando contra cualquier cosa.

 ¿Alguien puede sentir que, con este acercamiento, el Gobierno está cambiando o retrocede respecto de su posición tradicional respecto del FMI?

 Muy por el contrario, con esto se fortalece la posición argentina frente al FMI. Sería un retroceso firmar un programa, pedirle el diseño de una política pública o estar con una necesidad imperiosa de fondos, como si se hizo durante los 70, los 80 y los 90.

 ¿Al inversor de mediano plazo no le puede interesar este proceso en función de las quejas que tienen por la falta de lo que denominan "buen clima de negocios"?

 El clima de negocios es un concepto que sirvió para justificar gobiernos que cometieron las peores atrocidades. Puede ser que esto le quite incertidumbre en el mediano y largo plazo, pero yo me llevo la felicitación de muchos inversores por la forma en que la Argentina ha mostrado en este último año en particular su compromiso para el pago de sus obligaciones. Ese fue el principal tema con los inversores.

 ¿Qué otros elementos positivos obtuvo en el viaje?

 Lo mejor fue la percepción de los inversores sobre el rumbo económico argentino. Y por eso manifestaron su interés en invertir en la Argentina, no solo en flujos financieros, sino también en inversión física.

 ¿Y hasta donde se redujo la fuerte sensación de incertidumbre previa?

 Demostramos que la desconfianza no tiene fundamentos. Por supuesto que siempre quedan cosas por hacer y por eso lo primero que me planteé es resolver los temas pendientes con los mercados de capitales.

 ¿Y cómo sigue esta estrategia?

 Estamos avanzando muy fuertemente en un canje para los bonistas que no participaron del canje del 2005 y en una solución para el club de París, que debe contemplar las necesidades de la Argentina, en cuanto a tiempos, formas de repago y el acceso para los empresarios de crédito para la inversión.

 La ministra de Francia, Christine Lagarde, dijo que se necesitará un programa con el FMI para poder renegociar esa deuda de unos US$ 6500 millones

 No hay ninguna posibilidad de firmar un programa con el FMI, pero creo que ella se refería a un avance con lo del artículo IV, que haremos siempre y cuando no haya intromisión en temas como las tarifas o la cuestión laboral como en el pasado, algo que también ocurrió porque hubo gobiernos argentinos que se lo permitieron.

 ¿El panorama fiscal puede mejorar con este acercamiento al FMI y el acceso al crédito?

 Si, es una buena señal. Tenemos la posibilidad de cumplir con nuestras obligaciones, pero el acceso al crédito potenciará las posibilidades de crecimiento económico.

 ¿Espera una buena aceptación de los bonistas que siguen en default si se les propone una oferta parecida a la del canje del 2005?

 La propuesta va a ser mejor para la República Argentina; el techo es la quita anterior.

 ¿Es posible cumplir con su idea de salir al mercado antes de fin de año?

 Anoche (por anteanoche) hablaba con el presidente del BCRA, Martín Redrado, con la satisfacción de saber que hoy ya podríamos salir a los mercados, pero sin duda queremos hacerlo de la forma más inteligente posible. Como no hay obligación, queremos que la tasa de interés siga bajando y vamos a esperar el mejor timing. Si uno observa el nivel del riesgo país de la Argentina, bajó a menos de la mitad en poco más de un mes. Esto se da por supuesto en un contexto internacional propicio, pero esta vez el país fue en el mismo sentido que el resto, a diferencia de otros momentos

 ¿Como van a enfrentar la baja del dólar si sigue ingresando dinero por los bonos?

 El BCRA utilizará todas sus herramientas de esterilización, de modo de poder seguir manejando en forma adecuada el tipo de cambio, que para nosotros es importante no solo por el flujo de capitales, sino por la competitividad de la economía real. La cuestión electoral

 Aunque la actividad repunte en 2010, ¿el comienzo de la campaña por las elecciones del 2011 puede ponerle una turbulencia adicional a la economía?

 De parte del Gobierno, de ninguna manera. Pero este año hubo un nivel de irresponsabilidad importante en torno de la ley de movilidad, del cumplimiento del pago de la deuda o de que el dólar se iría a las nubes?y ahora en realidad nos preocupa la baja del tipo de cambio por el ingreso de capitales por una cuestión de competitividad

Volviendo al tema de la campaña, la mejor forma es trabajar con mucha mesura. Además me llama la atención que políticos que pueden ser alternativas de poder, o que han tenido responsabilidad en el pasado, traten en forma tan ligera temas tan importantes. Lo mejor que le puede pasar a cualquier fuerza política es no tener que empezar de nuevo, sino desde un escenario ordenado para mejorar esa situación.

 ¿El hecho de que el ex presidente Néstor Kirchner pueda participar en esas elecciones puede alterar a quienes pensaban que había sido finalmente derrotado el 28 de junio?

 Nadie debiera estar nervioso por la democracia, donde se puede ganar o perder. El dato más importante es que habrá una elección presidencial en una economía ordenada y en crecimiento, con un sector privado que puede invertir porque no habrá saltos abruptos en el tipo de cambio. Y esa es una novedad, porque, salvo en 2007, se llegaba siempre con un escenario de mucha incertidumbre a las elecciones. (LA NACIÓN)