El Gobierno confirmó que realizará túneles bajo la Av. 9 de Julio

La ciudad de Buenos Aires tendrá dos túneles bajo la avenida 9 de Julio, pero se quedará sin el parque prometido para la zona de Recoleta, el ambicioso proyecto que Mauricio Macri llegó a comparar con el Central Park de Nueva York. Así lo confirmó el Ministerio de Desarrollo Urbano porteño ante el juez Guillermo Scheibler, titular del tribunal contencioso Nº 13 y encargado de expedirse sobre un recurso de amparo presentado a mediados de agosto por los diputados opositores Martín Hourest, Eduardo Epszteyn, Aníbal Ibarra y María José Lubertino.

Los cuatro sostienen que la comuna hizo un llamado que no compete a la Ciudad, sino al Estado nacional, y que los pliegos eluden el control público. Por el contrario, fuentes del Ejecutivo porteño confirmaron que hoy la Agencia de Protección Ambiental divulgará la fecha para realizar la Audiencia Pública del caso: será el próximo martes 3 de noviembre a las 11 de la mañana. Por otra parte, Hernán Vela, director general de Coordinación Institucional y Comunitaria del MDU y declarante en la causa, confirmó a este diario que “las obras comenzarían a partir de marzo o abril del año próximo” y que la comuna se reserva la posibilidad de cobrar peaje en el futuro.

“El juez me preguntó si la obra iba a tener peajes. Le contesté que en principio no, pero si en el futuro hubiera una tecnología que permita cobrar sin tener que detener el flujo vehicular, la Ciudad lo cobrará”, detalló Vela. El recurso del futuro que mencionó el funcionario se llama ITS y es conocido en inglés como Intelligent Transport System, el sistema de arquitectura urbana que cuenta con paquetes de programas informáticos que coordinan semáforos, controlan peajes, contratan parquímetros por vía telefónica y monitorean el acceso de vehículos al micro y macrocentro porteño a través de cámaras de televisión y sensores instalados en peajes, pavimentos y autopistas. Su implementación ya fue presentada ante la Legislatura porteña en abril de este año y si el sistema es aprobado, la comuna podrá ponerlo en marcha. Hace seis meses este diario anticipó que “en la ciudad de Buenos Aires operará en el área comprendida por las avenidas Del Libertador, Alem, Independencia y Pueyrredón”, un perímetro que rodea la 9 de Julio y que amplía en diez cuadras los límites del microcentro. Para todos los funcionarios consultados el sistema es “excelente” y se usa en las principales ciudades del mundo, pero “el problema es el presupuesto”, la misma razón por la que la comuna resolvió postergar “hasta nuevo aviso” la obra de 77 millones de pesos para cambiar el barrio de Recoleta, unir sus plazas y generar 33 hectáreas de espacios verdes alrededor de la Facultad de Derecho.

LOS TÚNELES DE LA DISCORDIA

Los primeros dos viaductos subterráneos tendrán un costo aproximado de 830 millones de pesos y dicen que se pagarán con las ganancias de AUSA. Las estimaciones oficiales sostienen que cuando se termine la obra, “el recorrido de un colectivo de una punta a la otra se reducirá de 45 a 15 minutos y concentrará todos los recorridos de las calles adyacentes”. Según explicó Vela, “es una obra para que la empresa ganadora la financie, la construya, la mantenga y acepte que se la paguemos en cuotas”. Según el llamado a licitación del 2 de julio, la obra busca liberar el tránsito para el transporte público y tendrá dos túneles colectores y sus conexiones “permitirán el uso a aquellos vehículos que viajen desde y hasta las autopistas Illia, 25 de Mayo, 9 de Julio Sur o La Plata-Buenos Aires”. El túnel que corre en dirección sur-norte tendrá dos kilómetros y medio de largo y sólo tendrá entradas en las intersecciones con Humberto 1º, Alsina y Lavalle. El colector sentido norte-sur tendrá una extensión de tres kilómetros y medio y tendrá ingresos en sus cruces con Libertador, Autopista Illia, Santa Fe, Viamonte y Perón. Para Epszteyn, “el llamado es ilegal, mientras que Hourest sostuvo que “suena disparatado, en el actual estado de gravedad en el que se encuentra la Ciudad en temas económicos, este tipo de emprendimientos”. Para el macrismo, “es una maniobra del gobierno nacional para trabar la obra, algo muy contradictorio, porque en 2006 el ministro Julio De Vido la apoyó con grandes anuncios. Inexplicable”, disparó Vela. (CRITICA DIGITAL)