El Gobierno pagará el miércoles casi u$s1.900 millones al FMI y la negociación seguirá en las próximas semanas

Tras el bloqueo del Presupuesto por parte de la oposición, el Gobierno reacomoda su estrategia de negociación con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar la deuda de u$s45.000 millones que dejó Mauricio Macri. Puertas adentro, algunos en el Ejecutivo señalan que esa derrota política podría estirar la discusión con el organismo sobre las metas macroeconómicas que serán la base del programa en negociación.

Pero mientras tanto, el Ministerio de Economía ratificó que este miércoles le pagará al FMI el segundo vencimiento de capital pautado en el Stand By de 2018. El intercambio con el staff continuará en las próximas semanas.

Fuentes oficiales le confirmaron a Ámbito que Economía ya cursó al Banco Central la orden de pago por 1.327 millones de derechos especiales de giro (DEG, la unidad que utiliza el Fondo) para el 22 de diciembre. Según el tipo de cambio DEG-dólar de ese día, serán algo más de u$s1.850 millones. La cancelación se realizará con casi todo el remanente de los DEG que envió el organismo en agosto para hacer frente a los efectos de la pandemia, pero que el Gobierno definió utilizar para evitar caer en default este año mientras negociaba.

La intención oficial es que el futuro acuerdo incluya un reintegro de los casi u$s4.000 millones de capital cancelados con DEG en septiembre y diciembre para reforzar las escasas reservas. Con el giro de este miércoles, el Gobierno habrá destinado a lo largo de 2021 casi u$s5.200 millones a pagar capital e intereses al Fondo. Para el próximo año, el cronograma del préstamo contraído por Macri marca la inafrontable suma de u$s19.000 millones, cuyo pago no estaba incluido en el proyecto de Presupuesto 2022 que finalmente no fue aprobado.

Ese mismo miércoles, el directorio del FMI tratará la evaluación “ex post” del Stand By de 2018, como realiza con todos los programas considerados “de acceso excepcional” debido a su magnitud. Pese a que este programa estuvo marcado por distintas irregularidades en relación a su monto y a su uso para financiar en parte la salida de capitales del país, algo que prohíbe el propio estatuto del Fondo, no hay gran expectativa sobre lo que pueda dejar la autocrítica del Board.

Hoja de ruta

Después de ese día, el directorio entrará en un receso por las fiestas que suele incluir también la primera semana de enero. Fuentes de Washington le dijeron a este diario que, en paralelo, esperan que el contacto entre el staff técnico y el equipo negociador del Gobierno argentino “continúe siendo frecuente” en los próximos días. En el Ejecutivo mencionan la preacordada reunión virtual que mantuvieron Alberto Fernández y Martín Guzmán con Kristalina Georgieva el viernes luego del rechazo de la oposición al Presupuesto como muestra de fluidez del diálogo.

Tanto el Presidente como el ministro de Economía plantearon que el traspié en el Congreso complicó el proceso de negociación que había planeado el Gobierno. Un proceso de por sí cuesta arriba que, pese a los avances y acercamientos mencionados a ambos lados del mostrador, mantiene puntos de discordia aún irresueltos sobre el financiamiento del déficit, el ritmo de crecimiento y la reducción de la brecha cambiaria, con un Fondo que busca un ajuste más acelerado para garantizarse el repago de la deuda.

“El presupuesto 2022 contenía la base de la programación macroeconómica que se tomaba como escenario para las negociaciones. Es lo que sigue siendo nuestra visión”, dijo ayer Guzmán en diálogo con Radio 10. Se refería a la proyección de crecimiento del 4%, al déficit primario de 3,3% del PBI y al mix de financiamiento planteado, entre otros aspectos en los que el staff del Fondo exige reducir los guarismos. La lectura de algunos integrantes del oficialismo es que el rechazo del Presupuesto debilita la posición negociadora del Gobierno y resulta en un modo de presionar por un mayor ajuste.

Con todo, el Gobierno ajusta su hoja de ruta. Luego de que algunas versiones periodísticas con referencia a fuentes oficiales señalaran que Fernández prorrogaría por decreto el Presupuesto 2021 y que Guzmán elaboraría una nueva versión del proyecto que cayó en desgracia para presentarla en marzo, el ministro descartó de plano esa posibilidad: “Esa información es falsa. Se presentó lo mejor que se podía presentar. Ahora se prorrogará el Presupuesto 2021 y el Ejecutivo administrará con los instrumentos que dispone”.

Entretanto, continuará una negociación con el Fondo cuyos plazos parecen extenderse. En una entrevista con Perfil, el Presidente dijo que en la reunión con Georgieva hablaron sobre “seguir cumpliendo todos los pasos”. “El paso por Presupuesto démoslo por salteado. Usaremos el Presupuesto del año anterior, adecuaremos lo necesario para que la administración funcione y lo que está en obra empiece a hacerse. Y vamos hacia el programa plurianual, que es la base del acuerdo con el Fondo”.

Respecto de la posibilidad de conseguir el apoyo opositor para plan plurianual que planea presentar (ahora sin fecha determinada) después del traspié de la ley de leyes, Fernández dijo que “sin una interna radical, quizá sea más fácil que se apruebe el plan plurianual”.

El acuerdo al que busca arribar el Gobierno es un programa de Facilidades Extendidas, que implicará una auditoría permanente de la política económica. Se trata de la línea de mayor duración de las dos que ofrece el organismo: repago a diez años y período de gracia de cuatro años y medio. El propio Guzmán reconoció que se trata de un plazo insuficiente, que no permitirá resolver el problema y dijo que se necesitarán varios pasos.

“A partir de 2026 la carga de deuda será muy grande. De acá a 2026 vamos a tener que seguir trabajando para resolverla”, planteó. Es que a partir de ese año los pagos de capital al FMI se sumarán a los vencimientos de la deuda reestructurada en 2020 con los bonistas, lo que implicará compromisos en dólares anuales por alrededor de u$s18.000 millones. Eso sin contar los vencimientos de empresas y de provincias (que protagonizaron un fuerte endeudamiento en moneda extranjera entre 2015 y 2019).

Allí, la apuesta es a que el acuerdo incluya una cláusula que permita que, en caso de que se avance en la creación de una tercera línea de crédito del Fondo a partir de la creación de un Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad, algo que está hoy en discusión, Argentina acceda a mayores plazos, al menos para una parte de la deuda. El ministro admitió que esa línea no estará hasta dentro de un año y que su capitalización inicial será baja. Como también ocurre con las sobretasas, por el momento habrá que esperar.

Por Juan Strasnoy Peyre

Fuente: Ámbito.com