El PBI se mantuvo virtualmente estancado en lo que va del año
El Indec publicó unos datos de actividad económica de abril que mostraron una mejora de 0,6% desestacionalizada respecto a los niveles de marzo y que reflejaron un virtual empate en la comparación con diciembre del 2021. Es decir, en lo que va del año, con una dinámica de serrucho que muestra mejoras en febrero y abril, y caídas en enero y marzo, se viene registrando un marcado estancamiento en el PBI. La lectura de los números contrastó parcialmente con la visión del presidente Alberto Fernández, quien señaló "tenemos un problema con los dólares porque estamos creciendo mucho".
Para mayo, para colmo, se descuenta una nueva contracción de la actividad económica, esta vez en la comparación libre de estacionalidad contra el recientemente publicado dato de abril. Desde el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA) ubicaron esa caída en el 0,9%, mientras que la consultora Orlando Ferreres y Asociados la observó en el 1,2%.
La continuidad no es mucho más halagüeña, ya que para el consenso de analistas y banqueros de la city, el segundo y tercer trimestre dejarán un ingreso en recesión técnica. Eso apareció reflejado en el promedio de las respuestas de los 41 consultados por el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la encuesta que todos los meses publica el BCRA con las proyecciones económicas para las variables clave de la macro.
Ahí se observó que los consultados dijeron esperar una caída de 0,9% desestacionalizada durante el segundo trimestre y otra de 0,4% durante el tercer trimestre. Es decir una baja acumulada de 1,3%. Eso, además, fue publicado a partir de la consulta realizada a fines de mayo. Es decir, antes de que el BCRA lanzara las nuevas medidas de control a las importaciones productivas que, se descuenta, implicarán un golpe a la actividad económica, tal como ocurrió en octubre del 2021, cuando a mayores restricciones el Emae del Indec reaccionó interrumpiendo una recuperación de cuatro meses consecutivos.
A eso se le suma la dinámica de la inflación sobre el consumo, la incertidumbre financiera, que con una suba de los dólares paralelos va generando expectativas de devaluación, y un agro que en abril ya dio una primera mala señal, con una contracción de 7% interanual, y para el que se espera un nuevo mal desempeño en mayo. Y es que el impacto de la sequía generó una caída en las cantidades producidas, pese a que en valores hubo un incremento importante, por la suba de los precios internacionales de los productos del agro.
De hecho, desde el BCRA señalaron: "Durante el segundo trimestre, la actividad económica se contraería transitoriamente debido principalmente al impacto de la sequía en la cosecha gruesa Se espera que en abril y fundamentalmente en mayo, el Estimador Mensual de Actividad (EMAE) contabilice el impacto negativo de la sequía, cuando se imputan los resultados negativos de las cosechas de soja y maíz en el Valor Agregado por el Sector Agropecuario. Estos resultados responden a la sequía observada en las principales zonas durante el verano"
Por Mariano Cuparo Ortiz
Fuente: Diario BAE