POR CRISIS ENERGÉTICA

El aumento del gasto público llega al 54,3%

El invierno dejó heridas las cuentas públicas. Debido en gran medida al esfuerzo para contener la crisis energética, el aumento del gasto público se aceleró durante el tercer trimestre.

Según un informe del Ministerio de Economía, en los primeros nueve meses el gasto se incrementó un 54,3% en relación con el mismo período del año anterior. Hasta junio, la suba había llegado al 47,4%, pero en los tres meses siguientes se estiró.

La chequera oficial debió atender el impacto de la crisis energética. Según cálculos del estudio que dirige el ex secretario de Energía Daniel Montamat, sobre la base de datos oficiales, el Gobierno giró $ 7700 millones en subsidios a Cammesa, la administradora del mercado eléctrico.

En nueve meses se entregaron $ 3300 millones más que en el mismo período de 2006 para la compra de fueloil, principalmente a Venezuela, para abastecer a las centrales térmicas ante la escasez de gas, un monto levemente inferior al costo de una de las dos generadoras que se están construyendo.

La suba de las erogaciones estuvo impulsada también por la moratoria previsional -que llevó la cobertura al nivel más alto de la región-, los aumentos otorgados a los jubilados y a los empleados públicos y en las asignaciones familiares, las transferencias a las provincias y el refuerzo a los subsidios para contener las tarifas y los precios de algunos alimentos.

Así, el gasto primario de la Administración Nacional de los primeros nueve meses fue de $ 87.761,5 millones, un 54,3% más que en el mismo período de 2006. Los rubros que más aumentaron fueron las transferencias corrientes al sector público (70,7%) y al sector privado (66,4%), las prestaciones de la seguridad social (65,6%) y la inversión en obras públicas (62,4%).

Suba de ingresos

El alza de los ingresos en el mismo período también se aceleró: avanzó del 37,5% en junio al 42,1% tres meses más tarde, pero, no obstante, siguió por debajo del crecimiento del gasto.

Que los ingresos hayan crecido menos que los gastos, un fenómeno que comenzó en 2005, le quitó impulso al aumento del superávit fiscal primario -ingresos menos gastos antes del pago de intereses de la deuda-, que sumó $ 21.931,1 millones en nueve meses, un 7,9% más que en el mismo período de 2006, muy por debajo del incremento del 23,3% que acumulaba a la misma altura del año anterior.

Si se computan los compromisos de la deuda, la suba se convierte en una caída. Ocurre que el Gobierno ya desembolsó este año $ 10.479,6 millones para pagar intereses, un 32,6% más que en el mismo período de 2006, es decir, unos 2600 millones adicionales. En otras palabras, la deuda insumió casi la mitad del superávit primario. Así fue como el superávit financiero profundizó su caída: disminuyó casi un 8% hasta los $ 11.451,5 millones.

Los analistas estiman que el superávit primario cerrará este año en torno del 3% del producto bruto interno (PBI), pero si se quitan los ingresos extraordinarios provenientes de las AFJP por la reforma previsional, la cifra se ubica en torno del 2,3%. Este deterioro, no obstante, es manejable e incluso reversible, estiman.

"El aumento del gasto en jubilaciones no tiene arrastre para 2008 porque el salto por la moratoria previsional no va a estar el año próximo, con lo cual la inercia es menor", indicó Rodrigo Benítez, de Alpha Estudio de Economía.

Margen para aumentar

Cristina Fernández de Kirchner tendrá margen para elevar salarios y haberes en línea con las subas de este año, agregó. "Los puntos a monitorear van a ser los subsidios de la crisis energética y las inversiones de capital", completó.

"El incremento en las retenciones ayuda a fortalecer el superávit. Ya incluso la reforma previsional generará nuevos ingresos por los que optan por el sistema de reparto y comienzan a aportar a la Anses", dijo Ramiro Castiñeira, de Econométrica. Ambas medidas pueden aportar hasta un punto adicional de ahorro, calculó.

Un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea estima que, si el país no accede a ningún tipo de financiamiento para refinanciar la deuda pública, "el futuro gobierno debería obtener un nivel de ahorro primario superior al 4% del PBI durante los próximos 4 años, a los fines de cumplir con el pago de las obligaciones". (LA NACIÓN)