El comercio electrónico facturó $400.000 millones y suma compradores en la Argentina

En un 2019 con números en rojo en gran parte de los indicadores económicos, el comercio electrónico en la Argentina logró despegarse de la tendencia y cerró con una facturación de $403.278 millones. Un incremento de 76% respecto al año anterior, incluso a salvo de la incontenible inflación que arañó el 54%. La radiografía del sector es el estudio que presentó la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) que explica en forma pormenorizada las razones de un mercado al que la entidad define como “maduro” y a la altura de los países desarrollados.

“El crecimiento de la facturación es muy grande, pero es para destacar también el crecimiento en la cantidad de productos vendidos”, sugirió Gustavo Sambucetti, Director Institucional de CACE.

Los números del relevamiento realizado entre 170 empresas adheridas y más de 1.100 consumidores muestran que se vendieron 146 millones de productos, un 22% más que en el año anterior, a través de 89 millones de órdenes de compra, que a su vez fueron un 12% más que en 2018. Además, el ticket promedio de compra ascendió a $ 4.500.

Los 5 rubros que más facturaron en e-commerce fueron:

Pasajes y turismo: $87.069 millones (+44% vs 2018)

TV, equipos de audio, consolas, TI y telefonía: $46.200 millones (+70%)

Alimentos, bebidas y artículos de limpieza: $41.591 millones (+111%)

Artículos para el hogar (muebles y decoración):$38.921 millones (+91%)

Electrodomésticos (línea blanca y marrón): $26.506 millones (+96%)

Nuevos consumidores, nuevas categorías El documento revela que el año pasado se sumaron a la legión e-commerce unos 828.000 compradores nuevos y un dato que para los especialistas es la prueba de que el mercado llegó a una etapa de maduración: las compras online de productos de consumo cotidiano se vuelven cada vez más habituales y 2 de cada 3 consumidores compran a través de la Web, al menos, una vez al mes.

Por otro lado, se disparó el crecimiento de algunas categorías que, aunque aún no integran el grupo de la que más facturaron, trepan cada año en el ránking como Cosmética y perfumería (+118% vs 2018), Accesorios para autos, motos y otros vehículos (+112%), Indumentaria no deportiva y Deportes (+98%) y Materiales y herramientas de construcción (+91%).

La tarjeta de crédito, siempre vigente La tarjeta de crédito sigue siendo el principal medio de pago elegido por los usuarios (78%), seguidos por los pagos en efectivo (11%) y tarjeta de débito (6%), mientras que apenas un 5% se inclinó por las billeteras electrónicas y las transferencias bancarias.

La reaparición de opciones de financiación trajo de la mano un crecimiento de la elección de pago en 12 cuotas (el 22% de los compradores), aunque el guarismo, como explicó Sambucetti, “es resultante de la oferta más que de la demanda. Entre las cuotas fijas y los descuentos la gente prefiere los descuentos. Pero si hay cuotas sin interés, la tendencia es aprovechar todo el plazo que se pueda”. El uso de 13 a 18 cuotas creció también ocho puntos porcentuales en comparación con el año anterior.

Aparece claro en el análisis es que cada vez se usan más las plataformas de Internet para obtener información de productos que finalmente se adquieren en comercios a la calle. El presidente de CACE, Alberto Calvo, razonó que “en épocas de crisis, el comprador es más racional y el e-commerce aporta muchas herramientas de análisis. Pero además, cada vez es mayor la confluencia entre el comercio online y el offline. Se potencian uno y otro, no es una competencia como se pensaba antes, porque el comprador es omnicanal”.

Por otro lado, el uso de los dispositivos móviles creció tanto para realizar búsquedas de productos (54% en 2019 vs 45% en 2018) como para concretar la compra (43% vs 35%), a la par que cayó la utilización de computadoras de escritorio (56% vs 65%).

Como modalidades de entrega al comprador, el retiro en el negocio (50%) es la opción preferida, seguida por el envío a domicilio (39%) y el retiro en las sucursales del operador logístico (9%).

Otro dato destacable es que en los supermercados y farmacias aparecieron como nuevas protagonistas las apps de pedidos y delivery, que representaron el 28% del total de las órdenes de compra y el 8% de la facturación de esas categorías.

¿Cómo sigue? De cara a 2020, la entidad avizora un escenario parecido al de 2019, con consumidores buscando mucho y concretando compras recurrentes de artículos que necesitan. La preocupación pasa por el impacto que podría sufrir el turismo, el mascarón de proa de la facturación electrónica, en la medida que se agrave el efecto del lastre local (impuesto PAIS / dólar turista) y la amenaza externa (coronavirus). En ese caso, hasta que pase el temblor, el alivio debería provenir del fortalecimiento de los viajes a destinos nacionales y una baja de los costos de financiación de las tarjetas de crédito.

Fuente: Ámbito.com