El consumo en supermercados cayó 5,1%, de la mano con los salarios
Diciembre cerró con una caída mensual de 5,1% en el consumo en supermercados, dato que remite a la leve contracción de los salarios y también a una actividad económica que entra en zona de preguntas de cara al 2023 electoral. La expectativa era que el mes en el que el Gobierno otorgó bonos de fines de año tuviera un repunte pero la primera señal fue negativa. Para enero también hay proyecciones de deterioro.
La tendencia a la baja en las ventas de los supermercados van de la mano con un salario registrado que cayó 1,5% en términos reales a lo largo del año pasado, aunque con los del sector público motorizando vía paritarias. Así, los estatales lograron crecer 0,3% real interanual en diciembre, con un salto importante justamente en el último mes del año, de la mano de los acuerdos en mesa de negociaciones. El sector privado, en cambio, vio caer a sus salarios un 2,5% a lo largo del 2022. No es un número muy grande, sobre todo al comparar con el deterioro en torno al 20% entre 2015 y 2020, pero sí se trata de una nueva contracción.
Todas esas estimaciones dejan afuera a lo ocurrido con el salario no registrado, que definitivamente tuvo que haber ido por debajo del IPC. No hay datos definitivos al respecto, ya que los que publica el Indec en realidad traen un rezago de 5 meses, ya que se recolectan con la EPH.
Con todo, Ecolatina estimó que el flojo desempeño de los salarios no registrados tuvo impacto en los deciles de menores ingresos de la población. En ese sentido, remarcó: "Si bien en todos los deciles existió una pérdida real del poder adquisitivo, fue muy heterogénea a su interior: mientras que la caída de los ingresos laborales promedió 1,6% en el 50% más rico, fue de 3,7% en la mitad más pobre. Si se compara al decil más pobre (baja de 5,1%) con el más rico (baja de 1,2%), la diferencia observada es aún más profunda. De esta forma, los sectores de menores ingresos sufrieron un mayor golpe al poder adquisitivo de sus ingresos laborales".
El dato de ventas de los supermercados no debe ser tomado como un indicador definitivo del gasto de los hogares sino que se trata de un universo parcial, que permite ir adelantando la dinámica. Cuentas Nacionales del Indec mostró tres incrementos consecutivos del consumo en los primeros tres trimestres del año pasado. Se registraron subas de 3,2%, de 1,8% y de 1,4%, consecutivamente Es decir: venía bien y desacelerando.
Todavía falta para que se publique el número del cuarto trimestre, pero para el indicador de la Cáma Argentina de Comercios y Servicios (CAC), en ese período se corto la racha y se registró una contracción de 4,5%. Habrá que esperar hasta el 22 de marzo para conocer el número oficial. Se trata de un dato relevante para una economía en la que el crecimiento vino siendo esquivo desde 2011 y recién en 2021-2022 se logró una incipiente racha de alzas en el PBI. Lograr un tercer año al hilo dependerá, con el gasto público en posible ajuste y con exportaciones con el freno de mano puesto por la sequía, en buena parte de que el gasto de los hogares continúe funcionando. Por lo pronto, para la CAC, enero no arrancó bien y hubo una nueva baja de 0,3% real.
Con todo, otro dato relevante mostró que, aunque se fue apagando con el transcurso del segundo semestre y el deterioro que fue generando la inflación, en el total del 2022 las ventas de los supermercados lograron un incremento de 1,6% promedio, en comparación con las del año anterior.
Fuente: Diario BAE