El gran problema de las Pymes: la carga impositiva en la economía formal
Son habituales los pedidos que pequeñas y medianas cámaras empresariales realizan al Gobierno para que realice las correcciones necesarias para bajar los impuestos y darle seguridad jurídica a las Pymes.
El presidente de la UIA, Funes de Rioja, manifestó una gran preocupación sobre los impuestos que el sector formal de la economía laboral soporta y la burocracia que afectan rotundamente a la producción y a la industria nacional.
En el país hay actualmente 8 millones de asalariados que están en negro, que no aportan al sistema y que no cuentan con obra social ni derechos laborales. Se estima que el 40% de la población económicamente activa está en la clandestinidad laboral.
El verdadero camino para combatir el empleo en negro es eliminando el temor de las empresas a contratar trabajadores sin que ello culmine con un endeudamiento, debido al alto impuesto al trabajo y la presión tributaria.
Un ejemplo claro para que se entienda lo que padece una Pyme:
Para que a un trabajador le quede en el bolsillo un Salario de $42.000, debe tener como básico “bruto” $50.000 (17% aportes). La empresa tiene por cada empleado de costo laboral $15.000 (23% contribuciones con obra social Mas Sindicato y ART).
Es decir, el sueldo más un 40% de presión impositiva.
Entonces, si las empresas no registran sus empleados su ahorro es de $15.000 por cada uno, y estos se llevan $9.000 más que su sueldo.
Las cargas sociales representan más del 60% de la economía de Argentina. Estas financian el Sistema Integrado de Jubilación y pensiones (21.17%); Obra sociales (9%); El Instituto Nacional de Servicios sociales para jubilados y pensionados (4.5%); las asignaciones familiares de ANSES (4.44%), el fondo nacional de empleo (0.89%) y las Aseguradas de riesgos del trabajo.
En nuestro país, funciona todo al revés, Las cargas sociales son más regresivas, ya que inciden con similar intensidad independientemente del nivel de las remuneraciones, y afectan de manera mucho más intensa a los salarios y a las empresas.
Esto es una tentación y una necesidad para muchos empresarios y sus trabajadores.
¿Quién es responsable de esta situación? Sin dudas, la inoperancia e inacción de los sucesivos gobiernos. Actualmente las políticas del Gobierno Nacional terminan incentivando a las empresas a emplear trabajadores sin registrar. Para peor, en el marco del entendimiento con el FMI, no veo una solución para que nuestras Pymes, que son las principales generadoras de empleo genuino y el motor de la economía, puedan crecer.
Pero no solo es una percepción mía, sino que todos los empresarios Pymes con los que hablo a diario opinan exactamente lo mismo.
Las empresas no toman personal, primero porque no hay producción y segundo, porque los riesgos fiscales son atroces de un Estado opresor y asfixiantes en materia fiscal, tributaria y laboral.
Con este nivel cuantitativo de tributos originados por Gobiernos corruptos e ineptos, sumado la inoperancia de nuestra clase política, es imposible el crecimiento económico y social que necesita nuestro País.
Los impuestos, la inflación y los costos laborales están devorando las expectativas y las posibilidades de la sociedad en desmedro del futuro del trabajo y la modernización de un país próspero.
Este gobierno, no ha adoptado medidas legislativas acorde a la necesidad y a la cintura impositiva y tributaria. Las reformas fueron ausentes, y en el peor de los casos, las dos reformas significativas, reforma tributaria y reforma laboral, siguen sin pensarse.
¿Y si se abandona de una vez por todas el oportunismo político y se encaran los cambios que nuestro país necesita?
Por Juan Pablo Chiesa
Fuente: Ámbito