El impuestazo tecnológico puede favorecer el mercado negro
El impuestazo tecnológico despertó obviamente la preocupación de los empresarios locales. Desde las grandes cadenas comerciales temen que favorezca el mercado negro. Dicen que el incremento en los precios será de hasta un 35% y que algunos productos se volverán tan caros que los consumidores optarán por traerlos ilegalmente desde el exterior. Advierten que los argentinos no dejarán de consumir tecnología y que por eso el contrabando de artefactos se verá favorecido.
Las compañías consultadas por este diario admitieron también que están evaluando dejar de comercializar algunos productos que se encarecerán hasta el punto de volverse bienes de lujo.
«Por más que el Gobierno lance medidas para favorecer a las marcas que fabriquen en Tierra del Fuego, hay marcas como Apple que ni siquiera considerarán instalarse en la Argentina. Pero sus productos, como el celular iPhone, quedarán tan caros que será difícil venderlos. Nadie querrá comprar aquí algo que en cualquier país limítrofe podrá adquirir a mitad de precio», se queja el director comercial de una cadena de electrodomésticos.
Después de un año difícil en las ventas -según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la demanda de electrodomésticos en octubre registró una caída del 14,6% en comparación con el mismo mes del año pasado-, los empresarios del sector no quieren arriesgarse y hacerse de stocks de productos que quizá por sus precios excesivos no puedan vender.
Por este motivo, la oferta de artículos tecnológicos podría achicarse, y hay artículos, sobre todo los de alta gama, que ya no se conseguirán, al menos de manera legal.
«Va en contra del recambio tecnológico. Está bien que se quiera favorecer a la industria local, pero no a costa del bolsillo de los consumidores. Va en contra de lo que pasa en otros países, donde se bajan los impuestos de los artículos para que la gente pueda adoptar nuevas tecnologías, porque entiende que eso es parte del desarrollo de un país», opinó Norberto Capellán, presidente de la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (Cicomra).
A su vez, los empresarios del sector aseguran que no existe en las fábricas de Tierra del Fuego la infraestructura necesaria como para ensamblar o fabricar a nivel local algunos productos, como cámaras fotográficas, celulares de alta gama o home theatres. Instalar las líneas de montaje necesarias para producirlos demoraría como mínimo seis meses y, para fabricar los productos con la última tecnología, se necesitará de grandes inversiones, que aún no se sabe si las empresas instaladas en la provincia patagónica estarán dispuestas a afrontar en el mediano plazo.
«Mientras tanto, el contrabando se multiplicará y no habrá manera de frenarlo, perjudicando a la industria legal», se quejó José Russo, titular de la Cámara de la Industria Fotográfica (CIFA).
Una visión totalmente diferente y menos optimista que la de la ministra de Industria y Turismo, Débora Giorgi, que en defensa de la nueva ley, el miércoles afirmó que «es incomprensible que en un país que tiene 40 millones de aparatos de telefonía móvil no tenga capacidad de producirlos localmente. Es un lujo que no nos podemos permitir».
Desde una de las proveedoras de telefonía celular concluyeron: «El Gobierno se piensa que las grandes marcas vendrán desesperadas a instalarse en Tierra del Fuego y esto es irrisorio. Por algo es que hay productos que sólo se producen en ciertos países con años de experiencia en la fabricación de nuevas tecnologías. Lo único que van a lograr es que los consumidores compren afuera y que aumente el circuito ilegal de dispositivos electrónicos». (Ambito Financiero)