INTERNACIONAL

El impuesto para futuros rescates a entidades financieras divide a Europa

Los países de la Unión Europea están divididos sobre los nuevos planes para protegerse contra futuras quiebras de los bancos, en otra señal de tensiones en la búsqueda de una respuesta común a las preocupaciones económicas del bloque.

Michel Barnier, el comisionado de Mercado Interno de la Unión Europea, presentó propuestas para que los Estados miembro formen fondos nacionales para contribuir a la liquidación de bancos quebrados. Los fondos estarían financiados con un impuesto sobre el sector financiero.

Inglaterra y Francia rechazaron la idea de inmediato, señalando que introduciría “riesgo moral” y alentaría a los bancos a pensar en el impuesto como un seguro que les da derecho a recibir ayuda si tienen problemas.

Suecia, en tanto, ya estableció un “fondo de estabilidad para la banca”. En Alemania, funcionarios del Ministerio de Finanzas dijeron que la idea “parece ir en la dirección correcta”. Los germanos insinuaron que la preocupación franco-británico podría tener más que ver con el hecho de que ambos países necesitan el dinero de un potencial impuesto bancario para apuntalar sus presupuestos.

Las propuestas de Barnier son un intento de la Comisión Europea por crear una respuesta conjunta a la reciente crisis de la banca y mostrar que está lista para hacer frente a cualquier shock futuro en el sistema.

En el inicio de su breve gira por Europa, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Tim Geithner, hizo un llamado urgente a los países de la Unión Europea para que comiencen a implementar ya los planes diseñados para afrontar una crisis de deuda soberana que sigue profundizándose.

Barnier recalcó que “no es aceptable que los contribuyentes sigan sobrellevando el alto costo de rescatar al sector bancario”.

Sus planes serán discutidos el mes próximo por los ministros de Finanzas y los mandatarios de la Unión Europea. Bruselas confía en contar con suficiente respaldo como para que sus representantes puedan presionar con la idea del fondo de “resolución de la banca” en la reunión del G-20, a fines de junio.

Existe un amplio acuerdo en la UE, sobre la necesidad de un gravamen a los bancos, aunque Geithner reconoció en Londres que es probable que los distintos países lo implementen de formas diferentes.

El ministro de Finanzas de Inglaterra, George Osborne, insistió en que su propuesta de impuesto a la banca simplemente iría a engrosar las escuálidas arcas del Tesoro británico.

Por su parte, un funcionario del Ministerio de Finanzas de Francia dijo en privado que París apoya la idea de un impuesto, pero no quiere crear un fondo de “resolución” que opere por sí solo.

La BDB, la asociación de la banca privada alemana celebró la propuesta de Barnier, pero advirtió que si esto no se coordina a nivel europeo, podría ser incluso un riesgo para la estabilidad. “En casos realmente extremos se podría ver a los participantes del mercado apostando contra las reglas”, dijo Bernd Brabänder, de la BDB. (El Cronista)