El parate económico de Alemania se contagia al resto de la eurozona

Alemania se encuentra en problemas, con un parate productivo, una inflación elevada y una crisis fiscal y presupuestaria que está provocando protestas en distintos sectores como la agricultura, el transporte e incluso la industria, situación que amenaza extender sus consecuencias al resto de Europa.

Los datos muestran el lastre que supone la crisis de la "locomotora europea". Alemania cerró 2023 con una caída del PIB del 0,33%, según los datos oficiales de la Oficina Federal de Estadística (Destatis), que explicó la baja por el impacto del alza de los tipos de interés y la caída del consumo.

El año actual tampoco parece traer buenas noticias. Economistas consultados por medios internacionales anticipan que Alemania crezca apenas 0,3% este año y se recupere, levemente, en 2025 con una expansión del PIB en torno al 1,2%, según señala el medio español elEconomista.

Repercusiones Los analistas de Deutsche Bank son menos optimistas, y creen que el país se dirige a una contracción del 0,2% al cierre de este ejercicio y un crecimiento del 0,9% en 2025. Ambas previsiones ubican a Alemania como el país que tendrá el crecimiento más ralentizado del bloque.

A escala global Alemania tampoco está bien aspectada. Según las previsiones de la OCDE, dentro del grupo de los 20 países más industrializados (G-20) se espera que Alemania ocupe el penúltimo lugar en la lista de crecimiento, solamente por encima de Argentina.

El parate de Alemania se traslada a otras economías de la eurozona, que cerrará este año con un crecimiento del 0,5% y avanzará un punto a cierre de 2025.

Los casos más notorios de contagio se ven en Italia y Francia, dos países fuertemente ligados a la ’locomotora centroeuropea’. La economía gala va a terminar el año con un tímido crecimiento del 0,7% y en 2025 llegará al 1,3%. Las previsiones para Italia son bastante similares: un crecimiento cercano a la recesión este año (0,4%) para llegar a 2025 a un escaso 1 por ciento.

Inflación Con respecto a la inflación, el país germano acabó 2023 con un IPC promedio del 5,9%, el segundo dato más alto desde su reunificación en 1990, aunque lejos del récord del año 2022 del 7,9%. Solo en diciembre, el repunte de los precios fue de un 3,7%, cinco décimas superior al de noviembre.

Dentro de las grandes economías de la eurozona, solamente Francia cerró el año con una inflación superior a la alemana (4,1%), mientras que Italia acabó 2023 con un una pequeña suba de los precios del 0,5%. España se ubica en el medio, con un IPC del 3,3% en el último mes del año.

Este año y el que viene la inflación alemana iría en baja, pero superando todavía el 2,5% en 2024, también trasladando sus efectos al resto de Europa. El promedio de la eurozona será del 2,4% este año en tanto caerá tres décimas en 2025. En España habrá una suba del IPC del 2,9% este año y el año que viene del 2,1 por ciento.

Está previsto que Francia cierre este año con una inflación en torno al 2,7% y el que viene bajará seis décimas. El comportamiento en Italia será algo mejor, pero dentro del estancamiento previsto: Un 2% y un 1,9% respectivamente.

Fuente: Diario BAE