El precio de la hacienda empujó y en las carnicerías ya hay aumentos de hasta $60
La hacienda de consumo aumentó un 10% en los últimos días y este escenario se trasladó a los mostradores de las carnicerías, con subas de $40 a $60 por kilo, según confirmaron a este medio fuentes del sector. Tal como anticipó BAE Negocios a finales de enero, la menor disponibilidad de cabezas de ganado sumó presión alcista a la cotización de los vacunos destinados a abastecer el mercado interno. Esta situación suma aun más presión inflacionaria en la canasta de alimentos, mientras el Gobierno busca controlar su precio mediante un listado de siete cortes, con valores que no superan los $800 por kilo.
En el Mercado de Liniers, la cotización de vaquillonas y novillitos superó la barrera de los $300 por kilo y llegó a máximos de $305. Los operadores del negocio anticiparon que estos ajustes representan una corrección en el valor de la media res. "Hay mucha expectativa con respecto a la reacción de los consumidores, para ver si pueden o no convalidar los nuevos precios", señalaron.
Adriel Suelves, secretario de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) analizó el impacto de este nuevo escenario de precios. "Hay poca oferta en novillito y vaquillona liviana y esta hacienda aumentó 10% en relación a la semana pasada", reconoció. De este modo, una media res de 100 kilos que la semana pasada se vendía en $520 ahora se baja en las carnicerías a $570 el kilo.
Las entradas de bovinos en Liniers, en donde se forman los precios de referencia a nivel nacional, siguen mostrando una tendencia decreciente. En 2021, y de acuerdo a estadísticas de ese mercado, los ingresos cayeron en 200.000 cabezas, en relación al año previo.
"Más allá de esta situación, en las carnicerías ya hay subas de $40 a $60", admitió el directivo. Según estimaron desde la cámara que nuclea a los matarifes, no todos los comercios trasladarán de la misma manera esta suba en los costos y esperarán a ver la reacción de sus clientes, ante este nuevo mapa de precios.
En el corto y mediano plazo, los consignatarios de hacienda calcularon que seguirá la tendencia alcista en los valores de las categorías de consumo. Además de la menor disponibilidad de ganado, se debe añadir el incremento en la cotización del maíz, insumo clave para los feedlots, encargados de engordar la hacienda destinada al mercado local. Hasta el momento -y de no prolongarse la falta de lluvias- las bolsas privadas estimaron que la cosecha del cereal caerá en 8 millones de toneladas.
Esta incertidumbre se trasladó a las cotizaciones. A principios de enero, la tonelada de maíz se pagaba $23.000 la tonelada y en el transcurso de febrero, subió a $24.500 por tonelada. Con la actual tendencia de precios, no descartan que supere los $26.000 para marzo, situación que representará un problema para la rentabilidad de los feedlots. Con estos valores, pierden más de $5.000 por cabeza engordada, aunque la suba en vaquillonas y novillitos permitirá reducir esa brecha.
Por Andres Lobato
Fuente: BAE Negocios