INFORME ESPECIAL | SILVINA MUÑOZ

Emprendedorismo. Como crear una empresa.

Una de las tres condiciones básicas de previabilidad de un proyecto empresarial consiste en el análisis de la capacidad emprendedora del promotor o grupo emprendedor.

Aunque no existe un perfil ideal del emprendedor, sí se puede identificar algunas actitudes y aptitudes que favorecen al emprendedor.

Las aptitudes se refieren a las habilidades y conocimientos en los que se apoya el buen emprendedor, mientras que las actitudes apuntan las maneras o comportamientos del futuro empresario.

Éstas son algunas características que denotan capacidad emprendedora:

- Creatividad

- Capacidad organizativa

- Capacidad de dirigir y motivar al personal

- Capacidad de trabajo

- Planificación

- Resistencia a la frustración

- Capacidad de asumir riesgos

- Disponibilidad de tiempo

- Capacidad de observación y análisis

- Adaptación al cambio

- Capacidad de establecer relaciones interpersonales en el entorno de la empresa

- Capacidad de inspirar confianza a socios, colaboradores, clientes, proveedores, empleados, bancos.

- Confianza en sí mismo e ilusión por el proyecto

- Saber elegir a los colaboradores y formar un verdadero equipo

- Capacidad para tomar decisiones

- Iniciativa y espíritu innovador

- Capacidad para organizar y coordinar medios económicos, humanos y materiales

- Visión estratégica

Además, la capacidad técnica y financiera y el conocimiento del sector en el que se va a realizar la actividad van a resultar imprescindibles para el éxito del proyecto. La formación y los apoyos familiares también son importantes. El emprendedor no tiene porqué ser un especialista en los diferentes campos que afectan a la vida de la empresa, pero sí debe tener un conocimiento global de los mismos y saber rodearse de un buen equipo de colaboradores.

Las aptitudes se refieren a las habilidades y conocimientos en los que se apoya el buen emprendedor, mientras que las actitudes apuntan las maneras o comportamientos del futuro empresario.

Si nos referimos a un grupo promotor sería conveniente realizar la autoevaluación de manera individual y también conjunta, ya que el grupo funciona de manera diferente a cómo lo hace la suma de los diferentes individuos.

Cuando nuestro proyecto es colectivo, resulta más fácil que los perfiles se complementen y las capacidades de las que carezca uno de ellos se encuentren en otros.