INFORME ESPECIAL | SILVINA MUÑOZ
Emprendedorismo Proveedor
Ser emprendedor implica diferentes grados de funcionamiento. Detectar una oportunidad, para plasmarla en idea, lleva un proceso de maduración donde intervienen múltiples factores de preparación y capacitación a los efectos de enfrentar fehacientemente los pasos a seguir para el necesario plan de negocios.
Diversos programas apoyan financiando este proceso, a los efectos de que la idea, pueda llevarse a la práctica eficaz, sin duda, fundamentales.
Asimismo , la actitud emprendedora, es parte prioritaria del proceso, de la mano del manual del buen emprendedor se hace presente la confianza y la mirada única y sagaz de nuestra mejor idea.
En un informe brindado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el Global Entrepreneurship Monitor, el 12,7% de la población adulta de la ciudad está involucrada en alguna actividad emprendedora.
Esto nos lleva a pensar en una cultura de emprendimiento.
En base a una encuesta realizada a 1600 emprendedores de la ciudad en el año 2014, los emprendedores promedian los 35 años, 58% varones, 42% mujeres, emprenden por oportunidad un 84%, y por necesidad, 16%, el rubro que mas desarrollo de emprendedores tuvo fue el de Servicios, con un 53%, y 26% a servicios de negocios, 20% productos industriales, y 1% sector primario.
Las formas mas representativas fueron la unipersonales, con un 49%, y le siguen las formas de 2 o mas socios.
En referencia a las compras públicas, las mismas, se sitúan como una política pública que debiera estar ligada al desarrollo, en el sentido que las adquisiciones del Estado tienen como objetivo la provisión de bienes, servicios y obras públicas para la comunidad.
Además, el Estado es un gran comprador y lo que éste haga o deje de hacer en el marco de sus adquisiciones y contrataciones puede tener un alto impacto en las acciones concretas ligadas al desarrollo.
El desarrollo nacional, capta y diferencia, el gen de la cultura del emprendedor. Impulsar la competencia, la promoción de la industria local, el crecimiento en la participación de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) en el mercado público, el incentivo de determinadas prácticas o condiciones laborales (por ejemplo respecto a la perspectiva de género, prevención del trabajo infantil, etc.), condiciones medioambientales, entre otras, son metas de un desarrollo constructivo.
Además, el análisis de las compras públicas debe implicar una revisión normativa de las regulaciones existentes en pos de su empoderamiento y de la actuación bajo las reglas del estado de derecho. Estos antecedentes deberían permitir un análisis introspectivo de la normativa vigente, la cual debe no sólo delimitar claramente los mecanismos de adquisiciones y contrataciones existentes y su metodología de instrumentación; definir reglas de seguimiento y control de actos y procesos estipulados; establecer mecanismos de publicidad de procesos de contrataciones y adquisiciones ante todo potencial proveedor y de información al ciudadano sobre las compras y contrataciones efectuadas.
Conocemos la existencia de un argumento cuantitativo que habla de la importancia de controlar los mecanismos de compras públicas. En base a estimaciones efectuadas por Lapido (2009) entre los países de Latinoamérica y el Caribe las compras públicas representan un promedio de entre un 10% y 15% del PBI. Esto habla de la importancia de analizar la gestión de compras públicas también desde la óptica de promover un gasto público eficaz y eficiente.
El gran desafío es poder unir el concepto de emprendedorismo a la práctica de gestión transparente dentro del marco de las compras públicas.
Poder crear un espacio donde, desde las bases de la formación necesaria mencionada dirigida al emprendedor eficaz, pueda concebirse como pilar la concientización de que su servicio o producto puede y debe situarse como un habitual competidor en todas las solicitudes de compras y contrataciones públicas.
Y de esta forma poder ir trazando el camino mas eficaz donde el desarrollo emprendedor sea el camino indicado para dar paso a un proveedor nacional y habitual de todos nuestros Organismos Nacionales.