Empresarios cada vez más estresados

La investigación realizada como parte de la edición 2010 del International Business Report (IBR) de Grant Thornton relevó las opiniones de más 7.400 dueños de negocios en 36 economías.

El dato más trascendente de la investigación es que más de la mitad de los líderes de empresas del sector privado en todo el mundo (56%) sienten que sus niveles de estrés se han incrementado respecto del año anterior.

Al igual que en 2007, China continental se ubica al tope del ranking de líderes más estresados con 76%, seguida de México (74%), Turquía (72%), Vietnam (72%) y Grecia (68%). En el otro extremo de la escala, se ubican Suecia (23%), Dinamarca (25%), Finlandia (33%) y Australia (35%) con los menores niveles de estrés en todo el mundo.

En la Argentina, el 54% los empresarios indicaron que sus niveles de estrés se incrementaron en el último año, un porcentaje levemente inferior al promedio global, pero superior al 47% reportado a nivel local en la edición 2007 del estudio.

Consultados respecto de los principales factores generadores de estrés laboral, los empresarios locales mencionaron las presiones sobre el flujo de caja en primer lugar (61%), seguido de las regulaciones/ burocracia (50%) y el clima económico y la excesiva carga laboral (ambos con 49%). A nivel mundial, resulta poco sorprendente que el factor más mencionado durante 2009 haya sido el clima económico, citado por el 38% de los encuestados.

Arnaldo Hasenclever, socio director de Grant Thornton Argentina, explica que si bien las empresas argentinas están por debajo del promedio global en la tabla de estrés, destaca el hecho de que están sintiendo presión sobre su flujo de caja, principalmente motivado por lo difícil y caro que resultó el financiamiento y la pérdida en la rentabilidad generada por las condiciones cambiantes del mercado local y una coyuntura externa incierta durante el 2009. La burocracia continúa apareciendo como un factor que preocupa a los empresarios locales, no sólo para la expansión y el crecimiento, sino para su estabilidad emocional.

Los resultados sugieren que podría haber una relación entre los niveles de estrés y el PBI. Los dueños de negocios en China continental, China, Vietnam, México, India y Turquía exhiben altos niveles de estrés, al tiempo que trabajan en ambientes en los que se espera un alto nivel de crecimiento. Pero los niveles de estrés no sólo son altos en países que esperan un crecimiento importante - en el otro extremo de la escala de crecimiento Irlanda, España y Grecia muestran también altos niveles de este mal.

Hasenclever añade: "Encontramos que las empresas en ambos extremos de la escala de crecimiento del PBI experimentan altos niveles de estrés por razones muy diferentes. En China continental hay una gran presión por mantener el ritmo de la expansión, mientras que en Irlanda, por ejemplo, la economía se está contrayendo, y los dueños de negocios están preocupados por determinar el modo en el que podrán salvaguardar su negocio".

La encuesta también muestra una correlación entre los niveles de estrés y los días de vacaciones que un individuo puede tomarse a lo largo del año. Los países que encabezan el ranking de estrés- entre los que se encuentran Vietnam, México y Taiwán- son aquellos donde, en promedio, los ejecutivos toman un menor número de días de vacaciones (sólo 7 días al año). En el extremo opuesto, los dueños de empresas en Europa del Norte (Holanda, Suecia, Dinamarca y Finlandia) son quienes toman mayores períodos de vacaciones en el año (entre 22 y 24 días) y quienes muestran a su vez los menores niveles de estrés.

Los directivos locales se tomaron 17 días de vacaciones en 2009, una cifra levemente superior al promedio global de 14 días.

"Los resultados muestran claramente que los directivos capaces de tomarse más días de vacaciones están menos estresados que quienes no pueden hacerlo. El desafío para estos ejecutivos de alto nivel es lograr encontrar un balance trabajo / vida personal, permitiéndose períodos de ’desconexión’ alejados del negocio para reflexionar y recargar energías, los cuales de hecho puede ayudarlos a incorporar una nueva perspectiva a su proceso de toma de decisiones y a ser más efectivos", concluye Hasenclever.

(ámbito.cm)