Empresas salen a apoyar a Cavalieri contra Moyano
Alarmados, los privados tomaron ayer partido por Armando Cavalieri en el conflicto que ya tiene con Hugo Moyano. El hombre fuerte del sindicato de Camioneros busca el pase de una gran parte de los afiliados del gremio de Comercio en lo que para Cavalieri representa la embestida más fuerte contra su autoridad en el sindicato. Los operarios en conflicto son los transportistas y personal de transporte de mercadería contratados por los súper e hipermercados.
Ayer, la Cámara Argentina de Comercio (CAC) salió a defender la posición de Cavalieri, manifestando en un comunicado su «preocupación por esta nueva embestida de un sector gremial sobre otro, con la contingencia de conflictividad e inseguridad jurídica que tales situaciones producen en las empresas». Para la entidad que conduce Carlos de la Vega, está en riesgo «la paz social».
El sector empresarial denunció que el gremio conducido hoy por Pablo Moyano concretó «medidas de acción directa, con perjuicio también hacia terceros no directamente vinculados a la controversia intersindical de que se trate».
Asimetrías
Señaló además que «estos diferendos, además de marcar instancias conflictivas frente a encuadramientos gremiales que, en razón de la actividad principal y prioritaria del empleador se han mantenido pacíficamente establecidas desde siempre, generan asimetrías propias de cada actividad, así como distintos criterios y divisiones en una misma comunidad de trabajo».
Lo que en realidad temen dentro de la CAC es que el avance moyanista en territorio de Cavalieri provoque una huida masiva de un sindicato a otro, por una cuestión de salarios mínimos.
Mientras que el convenio de los empleados de Comercio incluyendo la paritaria de este año que obliga a aumentos del 30% para los trabajadores del sector, mantiene un mínimo de no más de 3.000 pesos; entre los camioneros, de 5.500 pesos, con máximos promedio que suele rondar los 7.000 pesos mensuales. Para los empresarios, el cambio de encuadre sindical implicaría un significativo aumento de los costos, además de provocar fuertes internas por las distorsiones que se crearían dentro de una misma empresa.
Moyano tiene otro criterio: todo trabajador que realice sus actividades encima de un vehículo (cualquiera sea su potencia, autonomía, velocidad, porte y diseño) pertenece a su sindicato.
Moyano piensa además que se revierten los privilegios en los 90 a Cavalieri, quien logró que su sindicato se convirtiera en el más fuerte en cuanto a la cantidad de afiliados. Actualmente supera los 350.000; es el de mayor cantidad de afiliados, aunque no el más poderoso por influencia política ni por salarios. Con menos, los metalúrgicos, bancarios, petroleros, taxistas y, obviamente, los camioneros, superan largamente.
Según las empresas de comercio con esta embestida, es una revisión de un clásico de las internas del sindicalismo. Moyano y Cavalieri se disputan desde hace más de una década un lugar de preeminencia dentro de la CGT.
(Ambito.com)