En cinco años, se urbanizarán las principales villas del Conurbano
El Gobierno nacional y el bonaerense invertirán más de 8 mil millones de pesos en los próximos cinco años para urbanizar 900 villas de emergencia del Conurbano. Se trata del Programa de Urbanismo Social y se espera que, además de la construcción, fortalezca a otros sectores de la economía.
La iniciativa reúne el Programa Federal de Urbanización de Villa y Asentamiento Precarios y Programa de Mejoramiento de Barrios (Promeba), dependientes del Ministerio de Planificación Federal. A estos, el Estado provincial sumará fondos y acciones de campo y de regularización dominial.
Las obras se ejecutarán entre este año y 2015 en 900 barrios carenciados de Buenos Aires. Se estima que el beneficio alcanzará a cerca de un millón de personas que viven esos lugares.
Los trabajos integrales cuentan con la coordinación del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires. Pero participarán activamente otras carteras del Gobierno nacional y provincial, y los municipios del conurbano. Además, se comenzará próximamente a conformar equipos técnicos integrados por arquitectos, agrimensores, ingenieros, ambientalistas y trabajadores sociales surgidos de 7 universidades nacionales ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires.
"Apuntamos a desarrollar un proyecto de urbanización de villas, a construir barrios, ciudades, no sólo pavimentos y desagües. Eso va a mejorar la calidad de vida de la gente y a fortalecer el entramado socio productivo y la economía local", explicó Gerardo López Arrojo, subsecretario de Políticas de Inclusión del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense.
El Programa de Urbanismo Social se propone fortalecer las economías locales de los barrios que serán urbanizados. En ese sentido, una de las ideas es desarrollar polos productivos en esos lugares.
En diálogo con Buenos Aires Económico, López Arrojo explicó que hay un trabajo conjunto con Nación para generar "polos productivos que, en principio, sirvan para abastecer a las cooperativas que hoy participan del Programa Argentina Trabaja. Es decir, establecer talleres de carpintería, de herrería y espacios para construir, por ejemplo, los caños para desagües que se utilizan en las obras públicas".
El funcionario consideró que "el desafío es que tanto los polos productivos como las cooperativas tengan sustentabilidad en el tiempo. Apostamos a que, por ejemplo, se transformen en proveedoras de empresas del rubro de la construcción".
Otra iniciativa contemplada en el Programa es la implementación de mercados populares y el fortalecimiento de las líneas de microcréditos. "Queremos armar en el conurbano un centro de generación de trabajo y renta, con cooperativas y pymes, lo que significaría mayor inclusión social y económica activa", sostuvo Gerardo López Arrojo.
Los fondos que aportará el gobierno provincial -que acompañarán al Programa Federal de Urbanización de Villas y Asentamientos Precarios y al PROMEBA- estarán destinados la compra de tierras y, en una etapa más avanzada, a la construcción de escuelas y centros de salud en los espacios urbanizados. Actualmente, además de algunos trabajos menores de infraestructura, el esfuerzo de las autoridades provinciales se concentra en la regularización dominial de las tierras, que incluirá expropiaciones y compra de terrenos. La iniciativa contará con la participación del arquitecto urbanista Jorge Jáuregui. Este profesional reside en Brasil, donde participó de la urbanización de varias favelas de Río de Janeiro.
En la primera etapa, el programa contempla alrededor de 20 mil regularizaciones dominiales. La ejecución de las primeras obras se llevará a cabo en un centenar de villas de emergencia de los municipios de la cuenca Riachuelo-Matanza y de la correspondiente al Río Reconquista.
El subsecretario de Política de Inclusión explicó que el programa permitirá urbanizar grandes e históricas villas de emergencia del conurbano como Villa Isla Maciel y Villa Tranquila, en Avellaneda; Campo Tongui, en Lomas de Zamora; Villa Jardín, en Lanús; y Villa Hidalgo, en San Martín.
En cuanto al impacto del Programa de Urbanismo, el funcionario sostuvo que "también mejorarán las condiciones para el desarrollo inmobiliario de las áreas linderas a las actuales villas". Y agregó que "la creación de nuevos barrios, con mejor infraestructura, va a elevar el nivel de las industrias ubicadas en esas zona".
El trabajo articulado que caracteriza a esta iniciativa también se da con las empresas de servicios. En el caso de AySA, en sus módulos de Agua+Trabajo y Cloacas+Trabajo, prevé la instalación de 2.800 kilómetros de cañerías que beneficiarán a 1300 familias, con una inversión de 235 millones de pesos. En esta primera etapa, López Arrojo contó que el programa también articulará su acción con la del Censo Nacional, que se realizará en octubre. "Estamos trabajando con el INDEC para que la cédula censal ampliada para las villas se efectúe a través de una segmentación particular de la población, que nos permita tener la mayor cantidad de detalles de la población", precisó.
El Programa de Urbanismo Social le ha dado una activa participación a los municipios, ya que son estos gobiernos locales los que marcan las prioridades de acción en cada lugar. Además, las comunas acompañan en el trabajo de abordaje territorial, que implica generar el consenso necesario en los habitantes de las villas para avanzar con la urbanización.
CRECIMIENTO CONSTANTE
El de la construcción será el sector de la economía que se beneficiará más directa y rápidamente a través del Programa de Urbanismo Social. En lo que va del año, esta actividad lleva acumulado más de un 10% de crecimiento. Los números de la Cámara Argentina de la Construcción indican que el rubro que viene traccionando el crecimiento del sector es justamente el de "Edificios para vivienda". Además, en el Informe de Coyuntura elaborado el mes pasado por la entidad se destaca el impacto de la obra pública en el fortalecimiento del sector.
En territorio bonaerense, la Cámara Argentina de la Construcción tiene 143 empresas asociadas. El 90% de las obras públicas son ejecutadas por estas firmas.
La construcción, considerado como uno de los clásicos sectores dinamizadores de la economía, ha registrado también una importante movilidad ascendente en materia salarial.
En los primeros cinco meses de este año, los salarios del sector aumentaron en promedio un 20,2% interanual, por encima de la suba efectivizada en igual período de 2009, que llegó a 14,9 por ciento.
En diálogo con Buenos Aires Económico, Juan Latrichano, economista de la CGE Metropolitana y director general de Desarrollo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, sostuvo que el Programa de Urbanismo Social "hay que entenderlo como una inversión, no como un gasto porque la construcción es una actividad que moviliza un conjunto de sectores económicos muy importante: sanitarios, pintura, servicios de agua, gas, electricidad, y el comercio".
El Plan de Urbanismo Social se propone, a través de este trabajo integral, cambiar positivamente el paisaje de precariedad económica y social que ha caracterizado a muchos barrios del Gran Buenos Aires.
(El Argentino)