En el interior se paga un dolar el litro de combustible premium
Sufrieron la devaluación, la caída, recuperación y vuelta a caer del mercado, el cierre de estaciones de servicio y hasta un boicot del ex presidente Néstor Kirchner contra Shell –una de las principales compañías del sector– tras un ajuste de precios. Pero más allá de las idas y vueltas, el precio de los combustibles en la Argentina, aún lejos de los valores que marcan los surtidores de Brasil, Chile y Uruguay, comenzó a recuperarse y hoy cuestan, en su versión más cara, más de un dólar en algunas ciudades del país. Se trata de una marca a la que no llegan desde principios de 2001, cuando todavía estaba en pie la Convertibilidad.
En Capital y Gran Buenos Aires, el litro de nafta premium –el producto más refinado del mercado– cuesta $ 3,34 por litro en el caso de Petrobras, que tiene el combustible más caro. Pero el mismo producto se estira, de acuerdo con los números oficiales de la Secretaría de Energía para septiembre, hasta los $ 3,89 en la ciudad de Neuquén. Es decir, u$s 1,01 por litro si se toma la cotización minorista de la moneda estadounidense ayer. El mismo precio, además, se ubica un 16% por encima de los que muestran las estaciones de Capital. El resto de las marcas sigue de cerca a la brasileña en Neuquén: YPF, Shell y Esso vendieron en septiembre su producto más caro a un promedio de $ 3,85.
Los números oficiales indican que Bariloche, San Luis, Mendoza, San Juan y Catamarca suman los precios más altos del país, en torno al dólar.
En tanto, relevamientos del mercado indican que en varios puntos del interior el combustible superó la barrera de los $ 4 el litro. Así, se consigue en estaciones Petrobras de Junín, La Rioja, Chaco, Rosario, Mendoza, Entre Ríos y Santo Tomé (Santa Fe) entre $ 4,01 y $ 4,19.
Un valor similar muestran bocas de Shell en Azul (Buenos Aires), Ceres (Santa Fe), Mendoza y San Luis. También estaciones de Esso en Formosa, Cipolletti (Río Negro), Villa María (Córdoba), Junín y Olavarría (Buenos Aires). YPF, la más activa en materia de aumentos en el último tiempo, se acerca a esos números pero aún no los supera.
Ante la consulta de El Cronista, en una de las empresas apuntaron que la relación del litro de nafta con la cotización del dólar “habla más de la política monetaria que de la energética”. Los motivos: en diciembre de 2001, el barril de petróleo, que se lleva al menos un 70% de los costos de la producción de combustibles, costaba u$s 19,3, mientras que hoy, para el mercado interno, ronda los u$s 47, 2,5 veces más. Y días antes de la devaluación, en 2002, la nafta premium costaba $ 1,14 el litro.
A pesar de los aumentos, las empresas del sector están lejos de un pasar económico y financiero cómodo, según sostienen. Eso se debe a los mayores costos no sólo por la suba del petróleo, sino también de los salarios y otros insumos, que no fueron acompañados por los precios. Y apuntan a otros países para graficar la tendencia que deberían seguir los combustibles en el plano local. En Brasil, por caso, las naftas cuestan casi el doble que en la Argentina.(EL CRONISTA COMERCIAL)