Francia y España desaceleraron su crecimiento ante temor de recesión en Europa
Las economías de Francia y España tuvieron en el tercer trimestre un crecimiento del 0,2%, ambas afectadas por la amenaza de recesión en la región y la inflación persistente por las subas del precio de la energía.
Francia registró una desaceleración del crecimiento en el tercer trimestre con una expansión de 0,2% en un contexto en el que la inflación se aceleró a un 6,2% en octubre, según cifras oficiales.
El crecimiento se situó en sintonía con las previsiones del Instituto Nacional de Estadísticas, pero fue ligeramente inferior a lo que esperaba el Banco de Francia (+0,25%).
En tanto, la inflación registró una aceleración en octubre a 6,2% debido a la subida de los precios de la energía, la alimentación y los productos manufacturados.
Este nivel de alza de precios no se registraba desde junio de 1985.
Francia atravesó este mes una huelga en las refinerías del grupo energético francés TotalEnergies por la falta de un acuerdo sobre un aumento salarial con el sindicato CGT, lo que generó un desabastecimiento de las estaciones de servicio.
En el caso de España, la economía creció un 0,2% en el tercer trimestre del año, en un contexto de marcado deterioro de la economía mundial, según la estimación provisional publicada el viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este resultado supone un claro descenso respecto al crecimiento del 1,5% alcanzado en el segundo trimestre. Sin embargo, es ligeramente superior a la previsión del Banco de España, que esperaba un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,1%.
La inflación se moderó por tercer mes consecutivo en octubre para situarse en el 7,3% interanual, gracias al descenso de los precios de la energía, según una primera estimación publicada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta cifra es 1,6 puntos inferior al nivel del mes de septiembre (8,9%) y 3,5 puntos menor a la registrada en julio (10,8%), que supuso un récord que no se alcanzaba desde hace casi 38 años, según el organismo público español.
A principios de este mes, el gobierno de Pedro Sánchez anunció un nuevo plan por 3.000 millones de euros (2.900 millones de dólares) para ayudar a los ciudadanos a enfrentar la escalada de los precios de la energía, incluyendo una tarifa regulada para los hogares con caldera centralizada de gas.
Desde la irrupción de la invasión rusa a Ucrania, los precios de la energía se dispararon a nivel internacional, pero con las sanciones que occidente quiso aplicar al gigante euroasiático se agregó la posibilidad de enfrentar la escasez de energía, en particular durante el invierno. Muchos países implementaron medidas para reducir el impacto del costo de los servicios sobre los usuarios mientras que en paralelo impulsan políticas de ahorro energético.
Fuente: Ambito