EDUCACIÓN

"Gran parte del saber producido por las universidades se pierde"

Si las universidades no se hacen responsables de la transferencia del conocimiento que producen, lo más probable es que se pierda, asegura Kate Hersley, profesora de Derecho del Franklin Pierce Law Center y ex-directora del área de Transferencia del Massachusetts Institute of Technology (MIT).

Invitada a la Argentina por el Centro de Propiedad Intelectual de la Universidad Austral, Hersey dictó un seminario intensivo de posgrado sobre "La propiedad intelectual en la relación ciencia– empresa", en el que se refirió a la creación de valor y la vinculación del sistema de ciencia y técnica con el sector privado.

En una entrevista con iEco, la abogada señaló que "la misión pública" que tienen las universidades las obliga a asegurar la llegada del conocimiento a la sociedad en forma de nuevos productos. Para eso, propone la organización de oficinas de transferencia de tecnología (OTT) que trabajen ubicando las innovaciones científicas en compañías que las desarrollen como productos de valor agregado.

¿Por qué las universidades deben ser responsables de transferir el conocimiento?

Porque las instituciones educativas, los laboratorios y centros de investigación tienen algunas obligaciones que van más allá de hacer ciencia por el bien de la ciencia.

Y transferir los conocimientos permite que las sociedades se beneficien con nuevas drogas, nuevas terapias, nuevos productos y nuevas tecnologías. Hay acuerdo en que las instituciones educativas deben crear conocimiento.

El problema es cuál es el resultado final de ese conocimiento. ¿Es simplemente publicarlo y difundirlo, para que luego, tal vez, una parte sea tomada por algunas compañías y transformada en productos? Lo que suele suceder, sin embargo, es que una gran porción de ese conocimiento simplemente se pierde.

¿Existen barreras a esta idea de transferencia?

En Estados Unidos no han existido barreras; sí en Europa y algo similar puede pasar aquí en Argentina, donde muchas universidades son públicas. Pero no hay duda de que para competir globalmente tanto las economías como las compañías tienen que maximizar el uso del saber. Bien o mal, nos encontramos en economías basadas en conocimiento intelectual.

Entonces, la cuestión es: ¿tenemos el privilegio de sostener a las universidades donde se produce la mayor parte del conocimiento y luego no usarlo? Probablemente no. No tomar el saber producido en las universidades es naif.

¿Cuál es el beneficio social de privatizar el conocimiento?

En países con problemas, la gente espera soluciones. Es sólo privatizando el conocimiento que las compañías van a invertir en él para transformarlo en productos, tecnologías y drogas que ayuden a la población.

¿Por qué considera la propiedad intelectual como una plataforma para la creación de valor?

Porque permite que un individuo o una empresa sepa que será el único usuario de un invento durante un período de tiempo.

Eso alienta la inversión: una compañía sabe que no corre el riesgo de dedicar millones de dólares a un producto o un desarrollo para luego enterarse de que un competidor se le adelantó.

¿Qué modelo de propiedad intelectual promueve?

En un sistema que permite al inventor ser el dueño de su propiedad intelectual, de manera que tiene la posibilidad de privatizarla o no, muchas veces sucede que el inventor no hace nada porque no sabe cómo.

En cambio si, por su misión pública, es la universidad el supervisor responsable de la propiedad intelectual y toma el control, puede asegurarse de que el conocimiento se transfiera a la industria de una forma que maximice su valor comercial, una vez más, en beneficio de la sociedad.

En un sistema de gestión responsable del conocimiento desarrollado por la universidad, la institución se beneficia, la sociedad se beneficia –porque los fondos vuelven y se usan para educación e investigación– y el inventor siempre obtiene un parte.

¿Cómo trabaja una OTT?

Una OTT está conducida por alguien con background en temas de negocios. Dentro de la universidad, debe mirar las invenciones que se producen y encontrar su aspecto comercial. Luego, debe salir a buscar compañías que las desarrollen. (IECO)