PYMES | CRISIS ENERGÉTICA

Implementan diversas estrategias para no suspender a los empleados

Los cortes de gas, que se hicieron intensos en las últimas semanas, no sólo afectan a las grandes industrias. La crisis energética y el recorte en el abastecimiento de energía eléctrica y gas también resiente la producción de las pequeñas y medianas empresas (pymes).

Instalaciones semiparadas, operarios que ocupan su tiempo ocioso en tareas de mantenimiento y empresarios que cada día trazan una nueva estrategia para garantizar la producción mínima, son en este momento parte del paisaje.

Roberto Guerrieri es presidente de la fábrica de bolsas de papel Romipack, ubicada en el Parque Industrial La Cantábrica, en Haedo, que emplea a 160 trabajadores. "Tenemos cinco máquinas confeccionadoras, que producen 50 mil bolsas por turno. Al parar un turno, hacemos 250 mil bolsas menos por día", contabilizó.

Uno de los problemas que atraviesa esa empresa, además, es la imposibilidad de cumplir con los plazos pactados con los exportadores: Chile, Uruguay, Panamá y países de Europa.

"Si los otros países pierden la confianza en nosotros, una credibilidad que nos costó tanto conseguir después de la crisis de 2001, es probable que busquen otros proveedores", razonó.

Jorge Longarini está a cargo de Aceros Elizalde, una empresa que produce insumos para tornerías y fábricas de autopartes, en Isidro Casanova.

"Acá somos 23 y tenemos una relación estrecha. ¿Con qué cara les digo a los muchachos que no vengan?", se preguntó Longarini, que tampoco aplica vacaciones anticipadas ni suspensiones.

A pesar de la crisis, el empresario afirmó que la presión para que las entregas sigan siendo a término "es cada vez más fuerte. Yo tengo un costo fijo de luz de tres mil pesos. Ahora voy a tener que alquilar un grupo electrógeno, que cuesta 2.500 pesos por semana. O sea, 10 mil pesos por mes".

Francisco dos Reis, titular de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), explicó que "hay muchas pymes en los barrios, y cuando cortan la luz a la gente de ahí también cortan a las fábricas". Al desconocer cuándo faltará el suministro, afirmó, "replanificar la producción o suspender al personal no tiene sentido".

Dos Reis —que tiene una fábrica de rodillos en Lanús— también apuntó otro problema: la falta de insumos por parte de las grandes proveedoras.

"El tema no es solamente el corte de luz sino que muchas empresas grandes, que son proveedoras de empresas chicas, ahora tienen demora en la entrega", se quejó. Y diagnosticó: "Durante los noventa hubo un proceso de desindustrialización profundo y ahora, un florecimiento. Las pymes no podemos bancarnos semejante vaivén sin apoyo del Estado." (Clarín)