INDEC

Inflación: prepagas y restaurantes no entrarían en la nueva medición

El año pasado un anuncio de aumento en las cuotas de la medicina prepaga generó una fuerte polémica entre los privados y el Gobierno. Ahora, la confirmación de un nuevo ajuste del 24% no provocó reacción oficial. ¿A qué se debería este cambio de actitud? A que el impacto de ese ajuste en el índice de inflación sería nulo, porque la medicina privada dejaría de formar parte de la canasta de consumo para medir la inflación.

Tampoco figurarían las cuotas de los colegios privados. Y no estarían -o se registrarían con una ponderación mucho más baja que la actual- las comidas fuera del hogar (restaurantes). Lo mismo pasaría con el turismo.

La explicación oficial es que "la mayoría de la población no tiene prepaga, no manda a sus chicos a colegios privados, no cena en restaurantes y si va de turismo utiliza la hotelería de la obra social. ¿Para qué entonces incluir esos consumos en el índice?"

Así, la medición se concentraría en una canasta restringida de bienes y servicios, excluyendo los del segmento medio y alto. Dejaría de ser un Indice General de Precios para convertirse en un indicador acotado, parecido al Indice de Precios de los Asalariados que se mide en EE.UU.

Otro cambio importante, en la misma dirección, se daría en el rubro alimentos. Si bien se basará en la Encuesta de Gastos actualizada en 2004/05, en lugar de tomar los precios de todos los alimentos se computarían los valores de una canasta restringida. Así, los productos que se incluirán en la canasta del IPC podrían quedar bajo la cobertura o el "paraguas" de acuerdos de precios o con subsidios, mientras el resto tendría sus precios libres.

Con este nuevo criterio en el Gobierno consideran que se le sacaría presión regulatoria y de control a una serie de productos, que más consumen los sectores medios y altos, cuyos ajustes de precios son política y económicamente difíciles de aprobar por su impacto sobre el costo de vida.

Cada empresa alimenticia tendrá así productos dentro y fuera de la canasta. Y se les pediría a los empresarios que resignen rentabilidad entre los primeros que compensarían con los precios libres entre los que quedarían fuera de la canasta.

Todos los meses, los encuestadores del INDEC -que no recibieron ninguna directiva de cambios- seguirán relevando los precios como lo venían haciendo hasta ahora. Pero esos relevamientos serán procesados de acuerdo a la nueva metodología que, en gran parte, incorpora los cambios que de hecho se estuvieron haciendo desde enero.

Como anticipó este diario, durante noviembre, el ente de estadísticas hará dos mediciones de precios minoristas. Una, tal como se viene haciendo hasta ahora. Y otra de acuerdo con la nueva metodología. En los primeros días de diciembre, el INDEC difundirá los dos índices.

Luego, a partir de diciembre, la medición se hará solamente en base a la nueva metodología y desde enero en adelante se difundirá unicamente ese nuevo índice o nuevo IPC.

A diferencia de EE.UU., donde se elaboran y difunden varios índices, el INDEC continuará procesando un único IPC, incorporando estos criterios de la medición norteamericana. Y con esos agregados, no se espera que en la medición de noviembre haya grandes diferencias entre los dos índices que se difundan en los primeros días de diciembre. (CLARIN)