Jorge Barrios: "Nunca traicioné las ilusiones de aquel pibe que fuí"

Ese cercano 30 de noviembre de 1977 en el que mi papá, Leopoldo me dijo que lo recordara para siempre, ya que era el cumpleaños de mi mamá Nelly, empezó mi historia de librero.

De su mano, con sólo 15 años, realmente no hubo interregno de tiempo en el que yo no estuviera abocado con cuerpo y alma a mi trabajo, más allá de tentaciones juveniles.

Recuerdo momentos importantes de aquella época. Cuando decidimos casarnos con Silvia, algunos allegados se preguntaban si iba a poder mantener a mi familia vendiendo “libritos”. Y cuando nos propusimos darle vida a Aplicación Tributaria se escuchaba, ¡a los 26 años es imposible!.

Siempre sostuve que me iba a jubilar dentro de este ámbito y si bien falta mucho para esto, parece que el camino está bastante delineado.

Como no recordar a los que con tan corta edad abrieron sus corazones y me trataron como un adulto, a los que me enseñaron, a los que me acompañaron, a los amigos que sume en la vida, inclusive a los que por esas cosas del destino quedaron en este duro camino.

Tengo una foto detrás de mi escritorio, que me guía en cada momento, con mi papá Leopoldo, y mis hijos Martín y Federico, a ellos parece que también les pico el bichito del librero, sonrientes los cuatro Barrios en la librería, tres generaciones, cuatro familias, una Pyme, mucho sacrificio, un inmenso placer.

Hoy sólo tengo palabras de agradecimiento para todas aquellas personas que con quienes me tocó compartir este “mundo de tinta” porque me ayudaron a no traicionar en nada a las ilusiones de aquel pibe.

Estoy convencido que aún quedan infinitos sueños por cumplir y compartir.

A la espera de otros años por venir y más allá del soporte por el cual les pueda brindar el mejor servicio de “letra impresa encuadernada”, nuevamente muchas gracias.

Por Jorge Oscar Barrios

APLICACIÓN TRIBUTARIA S.A.

Presidente

PD: Ah, y de yapa el 30 de noviembre es el día del Librero, ¿coincidencia?