Junto al blanqueo, el Gobierno impulsará el Fondo de Cese Laboral en el Congreso
Pese a la cercanía de las elecciones presidenciales, el Gobierno está decidido a avanzar este año en la reforma laboral que naufragó en el Congreso en el 2018 tras las protestas y los cortocircuitos políticos. Desde marzo, cuando se inauguren las sesiones ordinarias, apostará a aprobar por la vía parlamentaria dos modificaciones que considera centrales: el "blanqueo", que estipula una gran condonación a empresarios que regularicen trabajadores, y el Fondo de Cese Laboral, con el que buscará reemplazar las indemnizaciones por despido en algunos sectores. Además, podría insistir en un recorte de las indemnizaciones.
Según supo BAE Negocios de fuentes cercanas al ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, la estrategia oficial apunta a aprobar los dos primeros puntos como parte de un mismo proyecto, tal como ingresaron al Senado en abril del año pasado. Aquel texto, que aún tiene estado parlamentario, también incluye una reducción de la base de cálculo de las indemnizaciones por despidos sin causa -a través de una modificación de la Ley de Contrato de Trabajo, que excluye de la cuenta el aguinaldo, los premios y cualquier compensación-, aunque en la cartera no confirmaron si se sostendrá ese artículo, que podría ser prenda de negociación con la CGT.
"Se va a impulsar fuertemente a partir de la apertura de las sesiones ordinarias el proyecto de blanqueo, que incluye el Fondo de Cese Laboral. En principio la idea es que salga tal cual se había presentado en abril del año pasado, luego se verá qué pasa en el debate", le confió a este diario un estrecho colaborador de Sica. Los otros cambios en la legislación, como las pasantías, deberán esperar para más adelante. Mientras tanto, el Ejecutivo quiere continuar con la reforma por goteo vía convenios sectoriales, como ya ocurrió con los petroleros, entre otras actividades.
La reforma laboral es una iniciativa clave para Cambiemos, que impulsó apenas obtuvo su triunfo en las elecciones de medio término, con la que pretende bajar el "costo laboral" para atraer inversiones, pero fue muy resistida por distintos sectores gremiales a raíz de la pérdida de derechos laborales que conlleva. Ahora, el empresariado y el oficialismo toman nuevo impulso apoyados en la intención de Jair Bolsonaro de avanzar en un segundo tramo de la profunda reforma brasileña.
Fondo y blanqueo
El Fondo de Cese recibió duras críticas de los desde distintos gremios. Se trata de una herramienta que ya se aplica en el sector de la construcción y que el Gobierno quiere ampliar "sobre todo a las actividades con más rotación de personal". De aprobarse en el Congreso, se habilitará a sindicatos y cámaras empresariales a acordar su aplicación en el marco de cada convenio colectivo sectorial. El objetivo es alivianar el costo de los despidos para las empresas. ¿Cómo? Mediante un aporte obligatorio mensual del empleador a una caja controlada por la Secretaría de Trabajo, que les evite el peso de afrontar un gran desembolso por la cesantía, como ocurre con las indemnizaciones.
Por su parte, el capítulo de "regularización del empleo no registrado", el que más consenso tiene en la CGT, prevé un perdón a los empleadores que formalicen a sus trabajadores en un período de un año -los primeros seis meses sin costo para la empresa y en los siguientes, con un descuento del 70% en las sanciones que establece la ley-. También extingue la posibilidad de acción penal para los empleados, a quienes se les reconoce sólo hasta cinco años de antigüedad.
Según la EPH del Indec, el 34,3% de los asalariados son informales, es decir, unas 5 millones de personas. En Producción, esperan regularizar unos 300.000 trabajadores con este proyecto. Sin embargo, muchos especialistas advierten que los antecedentes de rebaja en los "costos laborales" no fueron eficaces para la formalización, ya que la informalidad tiene una naturaleza multicausal y requiere medidas más integrales. Además de una economía en crecimiento.
Fuente: Diario BAE