La CGT quiere que distribuyan ganancias empresas con más de 300 empleados

Pese a las duras críticas que la propuesta cosechó entre los principales sectores empresarios, que hasta compararon al país con Cuba, la conducción de la CGT ratificó ayer su decisión de avanzar con el proyecto que habilita la distribución de ganancias de las empresas entre los trabajadores y anunció que el próximo martes la iniciativa será presentada en el Congreso. El proyecto prevé que la garantía de participación de los trabajadores en las ganancias se aplicará inicialmente en aquellas empresas con más de 300 empleados y un nivel de rentabilidad alta, y establece que las ganancias que se distribuirán entre el personal serán calculadas sobre la utilidad anual de la empresa, descontando el pago de impuestos y las inversiones.

Según adelantó a El Cronista el diputado y asesor de la CGT, Héctor Recalde, la iniciativa de su autoría estipula que la proporción de ganancia que corresponderá a cada trabajador se determinará en base a la antigüedad, la categoría de convenio y el nivel salarial, aunque aclaró que quedarán excluidos del beneficio quienes ocupen cargos directivos y gerenciales de las empresas. Asimismo, el proyecto contempla que la distribución de ganancias al personal se concretará un vez por año fiscal y que tendrá carácter no remunerativo, por lo que estará exceptuada del pago de aportes y contribuciones patronales, y no será contemplada sobre la base salarial sobre la que se computa el pago del impuesto a las Ganancias.

Respecto a la proporción de las utilidades empresarias que distribuirán entre los trabajadores, Recalde indicó que están bajo análisis varias alternativas y señaló que la decisión definitiva sobre ese punto será acordada el martes en la reunión que mantendrá la conducción de la central obrera, según lo determinó ayer el propio Hugo Moyano en un encuentro con el legislador. De todas maneras, Recalde anticipó que ese porcentaje se calculará sobre las ganancias netas anuales de las compañías, descontando aquellas utilidades que se reinviertan para incrementar la productividad o la cantidad de puestos de trabajo.

También mencionó que una parte del monto de ganancias a distribuir será destinado a crear un fondo solidario que financiará programas de asistencia o ayuda a trabajadores en negro y desocupados que perciben la asignación universal por hijo.

Por otra parte, la iniciativa de la CGT estipula un esquema gradual para la aplicación del sistema de distribución de ganancias, aunque estipula que quedarán excluidas de la medida las empresas que no tiene fines de lucro y las sociedades cooperativas. Además, se prevé la conformación de una comisión tripartita integrada por representantes del Gobierno, las organizaciones sindicales y empresarias para convenir los detalles de la implementación del proyecto una vez aprobado por el Congreso.

A pesar de la dura reacción empresaria, el propio Moyano defendió ayer los términos de la iniciativa que será oficializada el martes por la CGT al enfatizar que se trata de “un proyecto interesante que responde a los principios históricos del justicialismo”. También desde el Gobierno, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, ratificó el respaldo a la propuesta y anticipó que también desde su cartera se propiciará un debate en las negociaciones colectivas de trabajo para que las empresas distribuyan entre los trabajadores los beneficios de la mayor productividad registrada en la economía. “Es necesario sacar los demonios alrededor de este tema y hablar de la productividad de todos los factores”, enfatizó el funcionario.

(El Cronista)