La Justicia avaló el despido de un empleado por dormir en el trabajo
La Justicia avaló el despido con causa, sin derecho a indemnización, de un empleado de limpieza de un laboratorio que fue sorprendido por sus jefes mientras dormía sobre bolsas de insumos en horario de trabajo.
La sala 1ª de la Cámara Laboral respaldó así la decisión de Laboratorios Frasca, que despidió al empleado a raíz de una inspección en la planta fabril realizada el 12 de diciembre de 2007.
"Habiendo sido usted sorprendido en el día de la fecha siendo las 11:50 por superior jerárquico en su lugar y horario de trabajo en actitud de descanso durmiendo, queda usted despedido a partir de la fecha con justa causa. Haberes a su disposición", sostuvo el telegrama de despido.
Pero el trabajador intentó cambiar el eje de la discusión, y tras rechazar la imputación, denunció: "La única y verdadera causal de despido obedeció a mis reiterados y desoídos reclamos para que se consignara en recibos de haberes la suma de 100 pesos mensuales abonados en negro desde mi ingreso".
No obstante, los camaristas Julio Vilela y Miguel Ángel Pirolo dieron por probado, sobre la base de testimonios, que el dueño del laboratorio, un encargado de capacitación y un consultor comercial se encontraban recorriendo las instalaciones "esperando una auditoría de un laboratorio muy importante y verificaban que todo estuviera en concordancia con las disposiciones vigentes".
"En ese momento en una de las jaulas que estaban destinadas a poseer materia prima se encuentra durmiendo al actor sobre unas bolsas de materia prima, el dueño lo increpa sobre el estado en que se hallaba, le preguntó al testigo quién era la persona -el actor. Que Frasca le pidió al actor que vaya al vestuario, se cambie y se retire, que esto ocurrió al mediodía. Que el actor estaba durmiendo en la primera jaula a la derecha, donde se guarda materia prima aprobada", describe el fallo.
Las bolsas sobre las que dormía el empleado eran "materia prima para la elaboración de comprimidos medicinales".
La cámara determinó que la conducta del trabajador "constituyó un grave incumplimiento contractual que impedía la prosecución de la relación de trabajo", por lo que respaldó el despido sin derecho a indemnización.